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Las celebraciones por la permanencia del Real Mallorca y el doblete del Barça se cruzaron en el ONO Estadi, que abrió sus puertas para acoger una fiesta. Todo desprendía un aroma a juerga. El pasillo al campeón; la insignia de oro a Héctor Cúper, un técnico que renunció a cobrar una porción notable de su ficha -en la misma semana que se ha destapado el caso de las comisiones-, el homenaje a Rudy Fernández... En las gradas, la invasión azulgrana transformó Son Moix en un pequeño Nou Camp. El gol de Samuel Etoo descubrió a todos los blaugranas. Que eran mayoría. La reacción isleña en el segundo acto, sin embargo, alteró a la hinchada local, que celebró con la ola la quinta victoria consecutiva en casa.

Cuando Iturralde señaló el final, segundos después de que Samuel Etoo enviara un penalti al poste, todos se abrazaron para festejar la tarde. Pasillo para el Barça y triunfo para el Mallorca, que sigue sin conocer la derrota en la segunda vuelta del campeonato y que se consolida como el tercer mejor equipo del curso tras el ecuador, con 34 puntos, sólo superado por el Real Madrid y su rival de ayer.

La derrota madridista en El Madrigal en la noche del sábado alteró el guión. El Barça remató su extraordinaria trayectoria celebrando el título de Liga sin jugar, con el mando en la mano, y Guardiola protegió a sus estrellas. Dejó en casa a sus estrellas (Valdés, Puyol, Touré, Piqué, Xavi o Messi) y reforzó el vestuario con medio equipo B.

Pese a ello, y como las entradas ya estaban vendidas, Son Moix se llenó hasta la bandera. Nada más pisar el césped, la facción azulgrana se hizo notar, con miles de camisetas del Barça coloreando unas gradas habitualmente más bermellonas.

En el palco también se colgó el cartel de 'no hay billetes'. Directivos, políticos, ojeadores, curiosos... nadie quería perderse la fiesta. Entonces, llegó la hora del partido. Martí dio la señal a Etoo -capitán del Barça- y el camerunés aguardó en el túnel, mientras los jugadores del Mallorca se situaban para formar un pasillo inédito. A un lado, Aduriz, Moyà, Mario, Ayoze y Ramis. En el otro, rodeado por un enjambre de periodistas, Martí, Josemi, Arango, Cléber Santana, Jurado y Keita, que homenajearon al campeón de Liga.

En el sorteo de campo, Arango y Etoo posaron junto a sus hijos -otro detalle que apuntaba la frivolidad del duelo- mientras Cúper recibía el cariño de la grada.

Sobre el césped, el pseudo Barça se encontró de repente con un gol de Samuel Etoo. 0-1 y fiesta. Sin embargo, la gran actuación de Moyà y los goles de Arango y Cléber sellaron la cuarta derrota azulgrana del curso. El Mallorca seguirá de fiesta en el Bernabéu; el Barça, aún tendrá otra pachanga más antes de la cita del 27-M en Roma.