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Fernando Castán|LE MANS
El piloto mallorquín Jorge Lorenzo (Yamaha) se impuso en el Gran Premio de Francia, disputado en el circuito de Le Mans, en una carrera «para listos», en la que ganó el que mejor planteamiento tuvo y acertó en el cambio de neumáticos Lorenzo recuperó el primer puesto del Mundial dos semanas después de haberlo perdido en Jerez y suma su segunda victoria en la temporada. Tras el balear de Yamaha se clasificaron el italiano Marco Melandri (Kawasaki) y el español Dani Pedrosa (Honda).

El italiano Valentino Rossi (Yamaha) tuvo una carrera aciaga, en la que acabó decimosexto, tras pasar cuatro veces por la línea de los garajes, una de ellas como consecuencia de una penalización impuesta por haber superado la velocidad máxima permitida en esa zona. Rossi llegó a Le Mans al frente del Mundial, posición que arrebató a Lorenzo en Jerez, donde el español se cayó.

La carrera estuvo marcada por el cambio de motos pues la mayoría de pilotos había elegido neumáticos para agua, una vez declarada la carrera sobre mojado que permite entrar en los garajes y salir con otra máquina y gomas distintas.

Pedrosa, desde la «pole», fue el mejor en la salida, pero Lorenzo pronto rebasó al australiano Casey Stoner (Ducati), segundo en los primeros kilómetros, y al propio Dani. El oceánico también podía con el español de la Honda, pero éste le devolvería el adelantamiento en la misma vuelta para ser segundo tras su compatriota en el primer paso por meta y por delante de Stoner y Rossi.

Lorenzo estuvo magistral porque salió a un ritmo superior a sus rivales, el segundo giro fue vuelta rápida, del tal forma que cuando se subió a su segunda Yamaha, a diecisiete vueltas para el final, el margen era suficiente como para volver a la pista de nuevo al frente de la carrera.

El piloto isleño esperó y no se puso nervioso cuando sus rivales, encabezados por Rossi, empezaron a cambiar de máquina en el quinto giro. Posteriormente explicó que entró porque se lo marcaron en la pizarra y no por decisión propia. Hizo un cambio rápido y volvió a la pista por delante de Melandri. Parecía una carrera de Fórmula Uno, con todos esperando a ver si el español era capaz de volver al trazado delante del italiano de Kawasaki.

Entonces tuvo la paciencia suficiente para, con los neumáticos de seco, dar un par de vueltas a menor ritmo para que se calentaran y no ponerse nervioso al ver que los que habían cambiado antes, y con ritmo, le recortaban muy deprisa.

Esa sangre fría no la tuvo en la carrera de ayer Rossi, quien tras cambiar por primera vez su Yamaha, se iba al suelo, rompía la pantalla, volvía a su garaje y era penalizado por sobrepasar el límite de velocidad en ese área. Un desastre. Total, tres entradas a boxes y otra por la sanción le dejaban sin puntuar en la decimosexta plaza y sin liderato del Mundial.

Mientras el transalpino penaba por el circuito, Jorge Lorenzo calentaba sus nuevos neumáticos y paraba a base de vueltas rápidas la progresión de Melandri. Éste merece mención especial porque al principio de la temporada no tenía moto debido a la retirada de Kawasaki por motivos económicos.