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Gregorio Manzano no gana para disgustos. Ahora que el Mallorca ha certificado la permanencia y que su equipo disfruta de un apacible final de campaña, al técnico no le han sentado nada bien las informaciones relacionadas con el pago de primas a algunos empleados del club que han ido apareciendo durante la semana. El jienense asegura que ya se ha acostumbrado a que las noticias que envuelven a la entidad no tengan nada que ver con lo deportivo, pero todavía le cuesta digerirlo. Y ayer aprovechó su intervención ante los medios para expresar su malestar y lanzarle un dardo cargado de veneno a los que filtraron las gratificaciones de Vicenç Grande. «El que ha sacado esto a la luz es una persona ruin, mezquina y, sobre todo, antimallorquinista. Eso es lo que más me duele. Pero no es nada nuevo, seguro que la semana que viene tenemos alguna otra cosa», lamentaba el andaluz.

Manzano fue un poco más allá y argumentó su enfado: «Esto nunca había sucedido en la historia del club. Pero me cansa que siempre que me llaman de la península sea para hablar de la venta o de otro tipo de cosas, nunca porque hemos hecho algo bueno. Debería darnos vergüenza ajena. Eso va en la conciencia del que lo ha filtrado, que estará muy contento y feliz en su casa, aunque haya personas, como Nando Pons, que lo están pasando mal».

El entrenador bermellón invitó también a los periodistas a que se pusieran en la situación de los afectados. «¿Qué pasaría si vosotros fuérais analizados o juzgados?», preguntaba. «Pero hemos entrado en el juego del periodismo secreto, en el que todo vale. Da rabia, pero no lo podemos parar, porque todo se ampara en el secreto profesional, aunque hay otras cosas, como la ética, la dignidad y, por encima de todo, el Mallorca. Lo que importa es el fútbol y los futbolistas, pero hay gente a la que le gustan estos temas, gente ruin y mezquina que es capaz de hacerle daño al Mallorca desvelando todo esto. Sea quien sea el que lo ha hecho, ha tenido mala baba», alegaba.

Antes de descargar su indignación, Manzano ya había puesto la lupa sobre el partido de mañana ante el Barcelona. Según el técnico, el Mallorca debe aprovechar la ocasión para celebrar la permanencia con una victoria de prestigio que premie el sufrimiento de la afición. «Nuestra ilusión es ganar al Barça después de muchos años sin que podamos puntuar y mantener como mínimo el décimo lugar. He apelado al orgullo mallorquinista, y que al menos no canten 'oe, oe', están en nuestra casa, no me gustaría que se hiciera la ola blaugrana en nuestro estadio», destacaba. «Me gustaría que ondearan más banderas nuestras».

En cualquier caso, si hay algo que preocupa al técnico de cara al enfrentamiento ante los azulgrana, es el parte de bajas. De momento, no podrá contar con Aouate, Nunes y Scaloni, a los que podrían sumarse también Pep Lluís Martí, Gonzalo Castro y David Navarro: «Hay muchos problemas con jugadores que vienen siendo titulares y vamos a ver qué vuelta le damos para confeccionar el mejor once».

La nota simpática del técnico llegó cuando se le cuestionó acerca de que haría él si le tocaran los 126 millones de euros con los que fue agraciada una mallorquina en la lotería. «Comprar el Mallorca», respondió entre sonrisas.