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Francisco Àvila|BARCELONA
A cinco partidos para el final de la Liga, a tres "si elimina al Chelsea" para la final de la Champions y con la final de la Copa a la vuelta de la esquina; Pep Guardiola, el técnico del Barca, sabe que esta semana es la más importante del año, donde dos de las tres opciones de títulos que tiene el equipo pueden activarse.

Guardiola sigue con su teoría de «tranquilidad y buenos alimentos». Cada vez que se le inquiere por las posibilidades de su equipo apela al descanso y la buena alimentación, ahora llega el momento decisivo con la ida de semifinales de la Champions frente al Chelsea y el partido liguero en el Bernabeu.

Sabe el técnico del Barca que el empate rescatado en Mestalla es un punto ganado y no dos perdidos frente a uno de los pocos rivales que esta temporada, en Europa y en España, ha puesto en problemas a los azulgrana.

Si el Barca es capaz de reaccionar ante un rival de entidad como el Valencia, se demuestra el potencial de los 'blaugrana', de su capacidad de reacción, del valor de Thierry Henry, aunque por contra también debe servir de toque de atención por cómo llegaron los dos goles encajados.

Dos tantos en apenas dos minutos echaron parte del trabajo por tierra. Un gol de rebote tras una falta de entendimiento entre Valdés y Puyol; y un tanto después de una gran acción colectiva del Valencia y un error defensivo del Barca, que permitió a Pablo Hernández incrustarse entre Puyol y Alves y poner en problemas a la defensa culé.

A cinco partidos para el final, y sin conocer el resultado del Sevilla-Real Madrid, el Barca sabe que no podrá alzarse matemáticamente con el título liguero en el Bernabeu, pero también que, por muy mal que le vayan las cosas, saldrá de Madrid como líder.

En la 'Champions', la cuenta atrás es más rápida. Dos partidos de semifinales y en apenas ocho días, el Barca sabrá si será uno de los dos equipos que lucharán por la gloria en Roma, aunque para ello se las tendrá que ver con el Chelsea, un equipo con el que ya se ha encontrado en el pasado, aunque ahora en el banquillo ya no esté el polemista Jose Mourinho.

El Barca llegará en su mejor momento frente a un rival que prácticamente se ha despedido de la 'Premier', que llegará con problemas defensivos (la baja de Ashley Cole y la posible de Ricardo Carvalho) y con el miedo en el cuerpo, después de observar cómo ha solventado el equipo de Guardiola sus partidos en eliminatorias este año en Europa: 5-2 frente al Olympique de Lyon y 4-0 al Bayern de Munich.

Sin tiempo para pensar, el Barca cerrará «la semana más importante» del año con un esperado choque en el Bernabeu. Un partido al que los azulgrana le tienen muchas ganas, porque saben que la Liga la tendrán en sus manos si no salen derrotados de Madrid.