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Después de ocho meses rociados de nervios, incertidumbre y peligro, el Mallorca ya ha agarrado con fuerza el bolígrafo para estampar su firma una temporada más entre la nobleza del campeonato. De la mano de un excelso Cléber Santana y agarrado al sistema defensivo que ha propiciado la recuperación del equipo tras cruzar el ecuador del curso, el grupo de Gregorio Manzano tumbó a un Almería ramplón para echar el lazo a su sexta victoria de la segunda vuelta -el doble que en la primera parte- y alejarse a ¡5 puntos! del descenso...Desde hace una vuelta, el Mallorca no se acostaba un domingo tan alejado del fuego.

La victoria confirma la evolución del bloque isleño en los últimos tres meses. Cuando llegó a la mitad de la competición, el grupo de Manzano navegaba a la deriva. A seis puntos de la salvación, acumulaba cinco jornadas consecutivas en descenso y no divisaba la luz. Sin embargo, la reacción coincidió con el arranque de la segunda vuelta.

Desde entonces, el Mallorca sólo ha sufrido dos derrotas (Pamplona y Bilbao) y en casa se ha mostrado como un conjunto sólido: cuatro victorias y dos empates. Además, a domicilio se impuso en Soria y Gijón y dejó escapar en Montjuic una victoria que acariciaba. Los números le avalan como uno de los mejores equipos de la segunda parte del campeonato. De hecho, su vuelta es de Champions. Sólo Real Madrid (31 puntos), Barcelona (25) y Osasuna (22) superan los registros amarrados por el bloque balear (21) en las diez últimas jornadas. El parcial que presenta, en relación a puntos, es de +11, pasando de estar a seis de la salvación y mostrar un superávit de cinco por encima...

Al margen del triunfo, el encuentro de ayer sirvió para recuperar a algunos futbolistas que acumulaban varias jornadas en el armario. Por ejemplo, Germán Lux finiquitó su particular maldición y logró su primera victoria en Palma en partido de Liga desde que llegó a la Isla hace casi dos años.

También mostró su categoría Iván Ramis y su oportunismo Gonzalo Castro, que apenas necesitó cinco minutos para anotar su cuarto gol y convertirse en el tercer mejor realizador del equipo. Y con apenas 300 minutos de juego...