Siniestro total

La papeleta que tenía por delante el club mallorquín era complicada. Los gaditanos, que mejoran considerablemente su rendimiento cuando actúan en casa, buscaban volver a meterse en los puestos de playoff. Por su parte, el Mallorca pugna por confirmar la permanencia.

El inicio del Villa de los Barrios fue espectacular con un parcial de 15-0. Blair anotó los dos primeros puntos del Mallorca a cuatro minutos para la conclusión del primer cuarto, mientras que los otros tres puntos conseguidos en los primeros diez minutos de juego llegaron por mediación de los tiros libres. Sólo hubo un equipo sobre la pista, Los Barrios defendió con mucha intensidad y provocaron el continuo error en el tiro del equipo visitante al no encontrar nunca posiciones cómodas de en el lanzamiento. A eso se le sumó la facilidad con la que anotaban los gaditanos.

Aun así, el Basquet Mallorca mejoró algo sus prestaciones en el segundo cuarto. Si bien es cierto que, viendo el cariz que había tomado el partido, el entrenador del equipo local realizó muchas rotaciones y dejó mucho tiempo en la banqueta a los jugadores más decisivos. Aunque el equipo de Los Barrios estaba absolutamente lanzado y fue incluso incrementando la renta y a la llegada del descanso el resultado indicaba con una escandalosa diferencia de 30 puntos a favor de los locales (54-24).

En el tercer cuarto, al Mallorca le volvió a costar mucho entrar en el partido y el cuadro gaditano volvió a aprovechar la situación para volver a conseguir un parcial de salida de 10-0. No había color en un partido en el que el conjunto local continuaba jugando a un alto ritmo.

Guillén se sentó en el banco y ya no volvió a actuar en el partido. En su lugar entró Picó, una joven promesa del Villa de los Barrios. El Mallorca pudo recortar algo la distancia, aunque en ningún momento como para aspirar a meterse de nuevo en el partido (76-47).

En el último período, Los Barrios volvió a apretar al inicio ante la inoperancia de un Mallorca que deambulaba sobre la pista. Al equipo visitante le pesaba además la lesión de Pampín, cuya ausencia acusó su equipo en demasía. Los locales se dejaron ir y los jugadores visitantes estaban ansiosos porque la pesadilla terminara.