Pep Lluís Martí, en el aeropuerto de Son Sant Joan.

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Miquel Alzamora Pep Lluís Martí ya está en casa. Se marchó en verano de 2000 y ocho años después vuelve para vestir una camiseta que conoce bien, que siente como suya y que defenderá durante las dos próximas temporadas.

«Todavía no termino de creérmelo», dijo el futbolista ayer por la tarde nada más pisar Son Sant Joan. Feliz por haberse solucionado la situación, agradecido al Sevilla y al Mallorca e ilusionado al máximo por la etapa que está a punto de comenzar, Martí vuelve al Mallorca tras demostrar primero en el Tenerife y después en el Sevilla que es un jugador en mayúsculas y que por caprichos de este deporte tuvo que demostrar fuera lo que aquí no pudo enseñar por falta de confianza de los entrenadores de turno.

«Han cambiado muchas cosas desde que me marché a ahora. He cambiado como futbolista y como persona, han sido ocho años que me han permitido madurar mucho, tomar una gran experiencia en el terreno de juego y además la posibilidad de jugar cada domingo, algo que de cada vez es más difícil de conseguir. Toda esta experiencia me servirá para afrontar este nuevo reto en el Mallorca», manifestó Pep Lluís Martí ante los informadores concentrados en el aeropuerto de Palma.

Desde que se marchó lo ha jugado prácticamente todo convirtiéndose en uno de los futbolistas de referencia del mejor Sevilla de la historia. Su gran objetivo, toda vez que el técnico del equipo hispalense no contaba con él, era volver al Mallorca que desde hace tiempo había mostrado su interés en ficharle. Martí es el octavo refuerzo para la próxima temporada y su trabajo en el centro del campo vendrá a cubrir ausencias importantes como las de Pereyra o Basinas. Experiencia y calidad se unen en el libro de estilo de un jugador que se mostró feliz por el desenlace de la situación. «Tengo mucha ilusión y se ha alcanzado un acuerdo. Estoy contento y quiero disfrutar el momento», apuntó.

Pep Lluís, que el pasado jueves pidió al Sevilla que le facilitara su marcha al Mallorca, quiso mostrarse otra vez agradecido con la actitud exhibida por ambos clubes. «Todos han puesto de su parte y al final se ha llegado a un acuerdo que era muy importante para mí y también para el Mallorca. El Sevilla se ha portado muy bien y al final todo ha salido como esperábamos», subrayó el centrocampista. La llegada de Martí ha sido una de las más laboriosas por las circunstancias que han rodeado su contratación. El Sevilla inicialmente se negaba a dejarle marchar por un coste prácticamente cero, mientras que el club balear pretendía rebajar al máximo el precio de la operación. Además todo se complicaba por el traspaso de Fernando Navarro al club hispalense ya que el Mallorca no dio facilidades al conjunto de Nervión, que debió hacer una importante inversión para llevarse al futbolista.

En este escenario no quedaba más remedio que el propio jugador arriesgara y saliera públicamente para dejar claras sus intenciones. Esto ocurrió a mitad de semana y a partir de ahí los acontecimientos se precipitaron. El pasado sábado Martí abandonó la concentración del Sevilla en Cádiz y ayer voló hacia Palma. Esta mañana pasará la revisión médica, firmará el contrato y será presentado ante los medios informativos. Por la tarde se desplazará a Kössen donde se incorporará al grupo de los que ya son sus nuevos compañeros.

Pep firmará por dos temporadas, su coste inicial es de cero euros, aunque dependiendo de las variables deberá abonar entre 300.000 y 500.000 euros, un precio razonable para un futbolista llamado a ser titular y que completa la línea media del equipo balear. Su llegada a la Isla hace que en estos momentos, y respecto a los planes iniciales, a Manzano le falten sólo dos jugadores para dar por completada la plantilla con vistas a la venidera campaña: el central y el delantero. Existe varias posibilidades sobre la mesa del director deportivo, Nando Pons, aunque también es cierto que hay tiempo por delante. Hasta el 31 de agosto no se cierra el plazo de fichajes y con el armazón principal completado y los hombres trabajando a las órdenes de Manzano, el club tiene un margen de tiempo mayor para administrar a su interés la negociaciones y evitar costes innecesarios.

El próximo martes se reúne el consejo de administración del club y el presidente Vicenç Grande dará a conocer los movimientos deportivos realizados hasta ahora y la previsión de lo que resta todavía por hacer.