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Albert Orfila / Carlos Román

Hace unos años hubiera sonado a chiste, a una broma de mal gusto. Ahora todo es distinto. Tanto, que se hará oficial a primera hora de la tarde. Habrá un mallorquín en la NBA. Rudy Fernández anunciará hoy que deja el DKV Joventut, que abandona el baloncesto español y que después del verano levantará el campamento en la mejor liga del planeta. El escolta isleño ha convocado a los medios en la que ha sido su casa durante los últimos años, el pabellón de Badalona, y allí, arropado por los suyos, destapará su futuro. ¿El destino? Casi con toda seguridad serán los Trail Blazers de Portland. La franquicia de Oregón, por la que han desfilado jugadores tan representativos como Fernando Martín, Arvydas Sabonis, Drazen Petrovic, Danny Ainge, Scottie Pippen o Clyde Drexler, acogerá en su nuevo proyecto al helicóptero balear. Su vuelo, que partió hace unos años de las modestas canchas de Sant Josep, aterrizará en breve sobre el brillante parqué del Rose Garden Arena.

La historia llevaba tiempo redactándose y aunque el final era previsible, no ha perdido un solo gramo de trascendencia por el camino. La trayectoria de Rudy ha seguido en todo momento un camino ascendente y le ha llegado el momento de disfrutar del premio. En el último draft (el proceso utilizado en la NBA para asignar determinados jugadores a los distintos equipos) los Blazers eligieron al mallorquín en el puesto número 26 y quieren sacarle el máximo beneficio a sus derechos. De hecho, su manager general, Kevin Pritchard, ya expuso en marzo sus intenciones. «Rudy quiere jugar en la NBA. Hablo con él y con sus agentes cada semana. Voy a pasar mucho tiempo junto a él en abril y espero llevar a Nate McMillan (el técnico del equipo) con nosotros a España», explicaba en el blog de Mike Barrett.

«Rudy no conoce al entrenador, pero lo que sabe de él le gusta. ¿Si le preocupa venir aquí? Claro, a todos los europeos les pasa. Pero en cuanto esté cómodo tiene una oportunidad de ser un jugador realmente especial. Confía en sus posibilidades y no hay duda: la temporada que viene jugará con el uniforme de los Blazers y hará unos tiros que dirás: no puedo creer que haya hecho ese tiro. Y algunos los meterá. Será nuestro factor X», añadía.

La contundencia del ejecutivo de los Blazers fulminaba casi todos los interrogantes que habían aparecido sobre el jugador.

A partir de ahora, Rudy estará al servicio de Portland, una franquicia con mucho currículo pero que durante los últimos años ha estado demasiado lejos de los mejores.