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Oscar González |VIENA
El fútbol europeo comienza a buscar, desde el próximo sábado, un nuevo rey en Austria y Suiza, en un torneo que arranca más abierto que nunca, aunque otorgue a Italia el favoritismo que le da su condición de campeona del mundo.

Con la excepción de Dinamarca, y considerando a Rusia y la República Checa herederas de la Unión Soviética y Checoslovaquia, la decimotercera edición de la Eurocopa acoge a todos los campeones continentales anteriores y a los cuatro semifinalistas del pasado Mundial (Italia, Francia, Alemania y Portugal).

Aparece, por lo tanto, como un torneo del máximo nivel, en el que tan sólo se echa en falta a Inglaterra, que purga con su ausencia el arrollador éxito de unos clubes plagados de extranjeros.

Por primera vez, además, el vigente campeón apenas tiene presencia en los pronósticos, porque Grecia fue hace cuatro años un ganador por accidente, que aprovechó el cansancio de las figuras europeas para imponer su orden defensivo.

Ahora, parece poco probable que el equipo de Otto Rehaggel vuelva a sorprender y, ni siquiera, encabeza las apuestas del grupo D, una llave muy equilibrada, donde se espera que España desarrolle el potencial que se le adivina, Rusia es una amenaza, dirigida por Guus Hiddink y avalada por la gran campaña del Zenit en la Copa de la UEFA, y Suecia pocas veces falla en la fase inicial.

Italia exhibe el cetro mundial logrado dos años antes y es la principal favorita, pero sin la claridad que mostraron otros campeones.
Al contrario que España, su principal arma vuelve a ser su fiabilidad, la que le permite ir superando rondas sin necesidad de jugar bien.
Rara vez se queda por el camino antes de tiempo y, por eso, once técnicos de la Primera División española la señalaron como favorita, en una reciente encuesta hecha por la Agencia EFE.

El conjunto de Roberto Donadoni, que no encandila con su juego, lo tiene todo. Un goleador (Luca Toni), un gran portero (Gianluigi Buffon), jugadores de talento (Andrea Pirlo, Alessandro del Piero) y bregadores (Gennaro Gattuso), pero deberá superar la ausencia de su capitán, Fabio Cannavaro, el alma del equipo que triunfó en Alemania, que se lesionó de gravedad en el primer entrenamiento en Austria.

Tras Italia, el número de candidatos es numeroso. Francia, Alemania, España, Portugal y Holanda a duras penas ocultan sus ambiciones.