Gregorio Manzano dialoga con Paradas Romero al término del encuentro disputado el pasado domingo en Montjuïc. Foto: CARLOS MIRA

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Carlos Montes de Oca

El Mallorca regresa de Montjuïc con el rostro cargado de cicatrices. Las huellas que ha dejado en el vestuario bermellón la hiriente derrota del pasado domingo en el feudo del Espanyol todavía son visibles y, lo que es peor, serán tangibles en la cita del próximo sábado, en el ONO Estadi, ante el Deportivo.

El club mira de reojo al Comité de Competició, que podría actuar de oficio y sancionar a Juan Arango por llamar «caradura y sinvergüenza» al colegiado andaluz José Luis Paradas Romero. En principio, por los pasillos de la SAD balear se confía en que no sea así y que el nombre del venezolano no esté presente en la reunión del Comité de Competición de esta tarde.

Al margen de ese caso, el grupo balear ya lamenta el exceso de verborrea de algunos de sus futbolistas a la conclusión del encuentro. Ballesteros (expulsado), Ibagaza y Basinas (cinco tarjetas) no estarán a disposición de Gregorio Manzano de cara al vital compromiso frente al conjunto gallego. Con ambos equipos empatados a puntos (34, dos por encimas del descenso) el partido ha alcanzado una trascedencia terminal.

Los acontecimientos producidos en los últimos minutos del choque ante los pericos -penalti inexistente a Luis García y falta no señalada de Torrejón a Arango en la jugada previa al tanto de la derrota- desquiciaron a los futbolistas de Manzano. Sobre el césped, Paradas Romero expulsó a Sergio Ballesteros, que estaba en el banquillo, por decirle al asistente «eso es roja, nos estáis fastidiando».

Al término del encuentro, el colegiado fue rodeado por un puñado de camisetas rojas. Las protestas provocaron las expulsiones del preparador físico Toni Servera y del ayudante de material José León y sendas amarillas a Ibagaza y Basinas, que le obligarán a descansar por acumulación de amonestaciones y le apartarán del próximo partido.