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Carlos Montes de Oca/Carlos Román El Mallorca ha vuelto a abrir la caja. El club balear despachó ayer una venta notable y engordó sus arcas recuperando una tendencia que parecía extinguida. Con el traspaso de Guillermo Pereyra al Lokomotiv de Moscú por tres millones de euros -una cantidad notable para un pivote defensivo de 28 años- y la futura venta de Víctor Casadesús a la Real Sociedad -condicionada al ascenso donostiarra a Primera División- la entidad isleña ya habrá cubierto prácticamente el presupuesto de la presente temporada...

La venta exprés del pivote argentino se ha colado entre el ránking de las operaciones más importantes que se han sellado en la Isla durante la etapa de Vicenç Grande en la presidencia. De hecho, supone la tercera tras el traspaso de Bosko Jankovic al Palermo (6 millones de euros) el pasado verano y de Leo Pisculichi al Al-Arabi de Qatar (3'6) en noviembre de 2006. Asimismo, iguala el desembolso realizado por el Espanyol por Luis García en el verano de 2005 en la primera operación importante de la etapa Grande (3).

A lo largo de la última década, la entidad, que no consigue quitarse de encima el sambenito de «vendedora», se ha ido desprendiendo poco a poco de sus piezas para sobrevivir y de momento, la fórmula siempre le ha funcionado.

De hecho, los ingresos superan los 18 millones de euros con las seis transferencias más sonadas (contabilizando la venta de Víctor al término de esta temporada) en las tres últimas campañas.

La primera operación destacada fue la de Luis García, que fue traspasado al Espanyol por unos 3 millones de euros a falta de apenas unos días para que diera inicio la temporada.