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José Anselmo Moreno|VALLADOLID
El Racing vuelve a los puestos que dan derecho a jugar la UEFA tras ganar ayer al Valladolid (0-1) en un partido cerrado, en el que ambos se respetaron mucho y que se abrió en los últimos instantes cuando un extraño remate del argentino Duscher dio el triunfo a los cántabros, justo después de que Vivar Dorado hubiera tenido la victoria local en un disparo sin portero.

Marcelino presentaba ayer varios cambios en su once, entre ellos la aparición de Orteman, pero el esquema del Racing apenas varió y volvió a demostrar que es un equipo con empaque.

Los cántabros forman un bloque sólido, no brillante, pero sí organizado. De hecho, sólo con su aplomo y fluidez en medio campo, más la viveza de Munitis, le alcanzó para poner en apuros al Valladolid. Ambos equipos se respetaban, nadie quería perder, pero es que los vallisoletanos se empeñaron en mostrar su ausencia de pegada ante un Racing que, como estrategia, esperaba deliberadamente. En este tipo de partidos, el equipo de Mendilibar ataca y ataca en un quiero y no puedo.

Por lo demás, el Real Valladolid siempre está plagado de buenas intenciones, pero sus evidentes carencias dentro del área le ha impedido ganar duelos como el de ayer.