Víctor abraza a Ibagaza, autor de un gran gol en el Santiago Bernabéu. Foto: JUAN CARLOS HIDALGO

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CARLOS MONTES DE OCA (MADRID) Pertrechados atrás desde el pitido inicial, apelando al espíritu del músculo y con un Miquel Àngel Moyà galáctico, que taponó media docena clarísimas de ocasiones, el Mallorca volteó todos los pronósticos y apeó al Real Madrid de la Copa del Rey con un triunfo en el Santiago Bernabéu que le sitúa en los cuartos de final del torneo. El Getafe, que ayer apeó el Levante, espera como el único obstáculo a las semifinales. Increíble, pero cierto (0-1).

Manzano jugó con fuego desde el pitido inicialÂ… y el Madrid se chamuscó. Fijó a diez jugadores por delante de su portero y depositó todo el peso de la eliminatoria en los guantes de Moyà. Con Ibagaza en el banquillo, nadie fue capaz de asumir el mando de las operaciones. Ni Borja Valero creó ni Basinas robó. Trejo vivió sin ninguna referencia y Arango jugó al ralentí. En el segundo tiempo, el Mallorca jugó con la ansiedad blancaÂ…y con Ibagaza.

Con el «Caño» sobre el campo, mejoraron todos. Sobre todo Borja Valero y Jonás, que se multiplicó en el segundo tiempo. Además de repartir, Ariel tuvo la habilidad de aniquilar la eliminatoria en el minuto 82 con un gol de libreta tras un buen servicio de Varela, otro tipo que se crece por aquí.