Gregorio Manzano dialoga con Juan Arango durante un reciente entrenamiento en la Ciutat Esportiva Antonio Asensio. Foto: MONSERRAT

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Tolo Jaume

El Real Mallorca ha empezado 2008 con una sonrisa de oreja a oreja y quiere prolongar ante el Barça el optimismo que se ha instalado en su plantilla tras la clasificación para los octavos de final de la Copa del Rey. Gregorio Manzano pretende recuperar a todos sus efectivos y que la inercia adquirida en el torneo del KO empuje al equipo hasta la noche de Reyes para lo que ha dispuesto una concentración en el hotel Son Manera de Montuïri que se prolongará hasta horas antes de verse las caras con los azulgrana.

La competición apenas deja tiempo para restañar las heridas de un choque tan exigente como la remontada copera y tampoco para saborearla. No obstante, la imagen y el nivel de juego exhibidos siguen en la retina y en la cabeza de la plantilla y ahí es donde Manzano quiere que sigan hasta que finalice el primer compromiso liguero de 2008. Por este motivo los jugadores mallorquistas permanecen desde ayer y hasta mañana concentrados para desarrollar un plan específico para recibir al Barça.

El plantel se ha desplazado al hotel rural Son Manera de Montuïri, donde dispondrá de un campo de césped natural y de todas las facilidades en lo que a recuperación se refiere, puesto que sacará rendimiento a las zonas termales y de relajación que están integradas en el complejo.

Jose Carlos Nunes, Héctor Berenguel, Dani Güiza y Juan Arango abandonaron antes de lo previsto la sesión de recuperación que el equipo realizó ayer en el ONO Estadi por leves molestias del partido ante el Osasuna, pero estarán ante el Barça y todo apunta que, a excepción de los lesionados Pierre Webó, Javier Dorado y Gonzalo «Chori» Castro, el técnico mallorqunista podrá poner en liza a su once de gala.

Por su parte, Fernando Navarro valoró la victoria sobre el Osasuna de forma positiva desde el punto de vista anímico y también comentó que el desgaste sufrido «no se va a notar porque tenemos una plantilla preparada para soportar dos partidos por semana». El ex jugador del Barça aseguró que se trata de un partido especial por medirse a uno de los grandes, pero afirmó que «después de varias temporadas y con la distancia el tema de los sentimientos queda un poco más aparcado».