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Óscar González|OVIEDO
La selección española, que tras el empate ante Islandia se ha visto envuelta en una maraña de conflictos, afronta el partido de hoy contra Letonia como una buena oportunidad para recuperar la confianza en sus posibilidades y, sobre todo, para calmar el ambiente.

El punto logrado en Reikiavik, que nada más concluir el partido parecía bueno, por los resultados de otros campos (derrota de Irlanda del Norte y empate de Suecia y Dinamarca) ha ido perdiendo valor conforme crecían los malentendidos en una plantilla que se siente acosada, con el técnico a la cabeza.

En tres días de concentración en Oviedo, nadie ha hablado de Letonia, porque lo que más ha preocupado ha sido la situación de un equipo que no supo cómo reaccionar a los imprevistos (la expulsión de Xabi Alonso, el viento y la lluvia y la presión ejercida por los islandeses) contra un rival muy inferior.

Y, de la confianza que daban las seis victorias consecutivas previas y la buena imagen ofrecida ante Grecia, se ha pasado al intercambio de intrigas y a negar la mayor; el enfado de Fernando Torres por el cambio, la reunión con los capitanes para pedir mayor compromiso...

Por eso, Letonia llega en el mejor momento. Es un rival al que se derrotó con cierta facilidad en Riga (0-2), habrá prácticamente lleno en el Carlos Tartiere y una victoria holgada debe servir para serenar el ambiente.

Luis Aragonés hará cambios respecto al encuentro anterior. Obligado por la expulsión de Xabi Alonso, vuelve al once titular David Albelda, quien podría tener como compañero en el eje del centro del campo a Cesc Fábregas, convocado por el técnico pese a que no podía jugar el primer partido por sanción.

Además, el técnico puede dar entrada desde el inicio a Andrés Iniesta, el jugador más determinante en los últimos encuentros, autor de cuatro goles en los últimos seis partidos, incluido el del empate ante Islandia el pasado sábado. «El rendimiento de Iniesta está siendo muy bueno», reconoció ayer el entrenador, que situaría al barcelonista puede en el puesto de Joaquín Sánchez.

Joan Capdevila por Mariano Pernía, en el lateral izquierdo, o la entrada de Pablo Ibáñez por Juanito, en el centro de la defensa, son otras de las opciones que podría utilizar el técnico.

Letonia, mientras, llega a Oviedo reforzada por la victoria conseguida ante Irlanda del Norte (1-0, con gol en propia meta de Chris Baird), la primera en once meses.

Goleada
Desde el 7 de octubre de 2006, cuando goleó a Islandia por 4-0 en Riga, la selección báltica no había vuelto a ganar un partido.
Sin posibilidades de clasificarse, los letones esperan sacar provecho de los líos de los españoles, que, en su opinión, «están estresados».