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Gonzalo Castro Iri zábal (Trinidad, 1984) tiene mucho que decir. La apuesta más importante del Mallorca para la temporada 2007-08 (el club pagó cerca de cuatro millones de euros al Nacional de Montevideo por su traspaso) sigue sin estrenarse en el campeonato después de dos jornadas y está impaciente por mostrarle al público del ONO Estadi el fútbol que archiva en sus botas. El Chori no sólo asegura que está listo para la batalla, sino que le ofrece a Manzano la posibilidad de jugar como delantero en compañía de Güiza a la hora de amortiguar la dolorosa baja de Pierre Webó: «En el equipo hay muchos delanteros y muy buenos, pero si tengo que jugar arriba lo haré sin problemas porque ya lo he hecho más de una vez», asegura motivado.

El jugador charrúa no para. Desde que llegó a la Isla, a comienzos del mes pasado, ha tratado de acomodarse lo antes posible a la vida en la Isla (aprovecha las horas libres que tiene a diario para buscar casa en Palma) y sobre el todo al día a día de la plantilla, que le ha acogido con los brazos abiertos desde el momento en el que accedió al vestuario. Sin embargo, lo que más le preocupa ahora mismo es empezar a acumular kilómetros en los campos de la Liga: «Físicamente me encuentro muy bien porque había hecho la pretemporada en mi país con el Nacional. Lo único que me falta es terminar de adaptarme al grupo y, por suerte, los compañeros me están ayudando muchísimo. ¿Si tengo ganas de jugar? Muchas, pero no voy a desesperarme. Todo a su tiempo», subraya.

El centrocampista es consciente de que cuando irrumpa por primera vez sobre el césped su juego será examinado con lupa. No le preocupa lo más mínimo, como tampoco le importa el hecho de ser futbolista más caro del nuevo proyecto: «No le doy importancia a eso. Quiero demostrar los motivos de mi fichaje y aprovechar la oportunidad. Esto es un desafío en mi carrera y tengo la posibilidad de dar un paso adelante, no la puedo malgastar».

Aunque hasta ahora ha seguido el crecimiento del Mallorca desde el banquillo, Castro ha señalado con un círculo rojo los puestos europeos de la clasificación y ése es su principal objetivo de su primer año en el viejo continente. Además, lo antepone a sus desafíos personales: «Aunque quiero jugar y hacerlo bien, no me ha marcado ningún reto a nivel individual porque le doy preferencia al colectivo. Ahí hemos empezado muy bien. Era fundamental ganarle al Levante tal y como hicimos y sacamos un gran empate ante el Atlético. Creo que podemos hacer cosas importantes y clasificarnos para alguna de las copas europeas de cara a la campaña que viene, pero la Liga es muy larga y tampoco hay que confiarse. Hay rivales muy buenos y otros muchos candidatos a conseguirlo también».

Antes de empezar a colaborar de forma activa con el Mallorca sobre el campo, Castro deberá superar una durísima competencia. A día de hoy, el uruguayo tiene por delante a tipos como Jonás, Arango y Tuni. «Sé que no lo voy a tener fácil y que tendré que ganarme el puesto día a día en los entrenamientos pero estoy aquí para eso. En todos los grandes equipos hay mucha competencia y éste no podía ser menos. Mi única intención es trabajar para entrar en breve en el once. Una vez dentro ayudaré en todo lo que pueda y me gustaría hacerlo también a base de goles», destaca el sudamericano.