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Juan Antonio Lladós|MISANO
Jorge Lorenzo (Aprilia) sumó su octavo triunfo de la temporada al vencer en el Gran Premio de San Marino de 250 cc que se disputó en el circuito de Misano Adriático, en el que su máximo rival, el italiano Andrea Dovizioso (Honda) acabó fuera de carrera al romper el motor. Tras acumular su octava victoria igualando el registro de triunfos de Dani Pedrosa y Àlvaro Bautista de un piloto español en una misma temporada, el piloto balear ha aumentado su ventaja hasta los 54 puntos y las primeras cábalas sobre su triunfo en el Mundial apuntan a la cita de Australia. El piloto de Aprilia, que con la de ayer suma veinte victorias en el Campeonato del Mundo, podría ser campeón en Japón en el mejor de los casos, mientras que la opción de celebrar el triunfo en las Antípodas es la que cobra fuerza cuando restan aún cinco grandes premios por celebrarse.

Aunque fue un calco de anteriores carreras, con Andrea Dovizioso intentando imponer el menor potencial de su Honda y Jorge Lorenzo esperando a exprimir al máximo el potencial de su moto, en esta ocasión el argumento se vio modificado por «cuestiones extraordinarias» y la Honda del italiano rompió el motor al no poder aguantar el esfuerzo realizado. El italiano no había terminado una carrera fuera de los puntos desde su participación en Sepang en 2005 y vio truncado su sueño de ganar ante su público en un escenario en el que sólo Sito Pons había echo sonar el himno español.

Ya en los únicos entrenamientos oficiales que se realizaron Jorge Lorenzo fue el más rápido, pero Andrea Dovizioso, muy cerca de él, no quería dejar pasar la oportunidad de lograr su primera victoria de la temporada en casa y se situó al frente de la carrera tirando con fuerza, pero no pudo marcharse de sus rivales, que en fila india se acabaron colocando detrás de él buscando su rueda.

Así transcurrió la competición hasta el noveno giro, sin apenas variaciones en ese largo grupo, encabezado por Dovizioso pero con Lorenzo pegado a él, a continuación Héctor Barberá (Aprilia), que perdió algunos puestos pero luego los recuperó para verse nuevamente en el podio, al que no subía desde Mugello (Italia), el finlandés Mika Kallio (KTM), el japonés Hiroshi Aoyama (KTM), el también español Alvaro Bautista (Aprilia) y el sanmarinense Alex de Angelis (Aprilia).

El primero en desaparecer de esa relación de cabeza fue Alvaro Bautista, quien superó a Barberá para colocarse tercero, pero la moto le hizo un extraño y acabó por los suelos. Con rapidez y determinación, el piloto de Talavera de la Reina cogió su moto y aunque el estribo derecho estaba roto y el freno trasero había quedado inservible, decidió continuar como pudo para lograr una espectacular -dadas las condiciones de la moto- octava posición que le mantiene cuarto en la tabla de puntos del mundial.

La situación en cabeza se iba clarificando y Lorenzo y Dovizioso se marcharon irremisiblemente de sus rivales sin que estos pudiesen hacer nada, pero entonces se produjeron los primeros ataques del campeón mundial, sabedor de que su rival empezaba a estar justo, como ya ha sucedido en otras ocasiones.