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Sergio Morro|VILLARREAL
El Real Madrid dio todo un recital ante el Villarreal al que goleó de forma inmisericorde por un contundente 0-5, en un encuentro en el que el conjunto madrileño acabó con la vitola de invicto que el equipo castellonense mantenía desde mediados del mes de abril.

Si en la primera jornada el Real Madrid comenzó a despejar las dudas que había generado en la pretemporada, ante el Villarreal el nuevo proyecto de Bernd Schuster se exhibió en todo su esplendor ante un rival que llegaba muy en forma y al que poco a poco fue desmenuzando hasta convertirlo en un fantasmagórico rival sobre el terreno de juego.

Los dos equipos buscaban el dominio del balón, pero el gol llegaría en una contra, tras un gran pase de Sneijder que Raúl, tras ganar la partida a los dos centrales del Villarreal, picó el balón ante la salida de Viera para anotar el primer gol del partido.

El choque subió de revoluciones y las ocasiones de gol se repartieron por ambos bandos hasta el final del primer acto. En la reanudación la dinámica del partido siguió como si no hubiera habido un descanso de por medio.

En el primer minuto, Tomasson obligó a Casillas a lucirse con un potente disparo, pero el Real Madrid, lejos de amedrentarse, sentenció el partido en los tres minutos siguientes. Sneijder hizo el 0-2 al transformar de forma magistral un libre directo, y casi sin dar tiempo a que el Villarreal digiriera el mazazo Van Nistelrooy conseguía el tercero, tras una buena asistencia del ayer lateral Sergio Ramos.

Con 40 minutos por delante el partido estaba sentenciado. Pellegrini intentó inyectar poder de reacción a su equipo y una mayor mordiente ofensiva con la entrada al terreno de juego del chileno Mati Fernández y el Guille Franco, máximo realizador de la pretemporada. El Real Madrid trataba de dormir el partido con un juego pausado, aunque la ansiedad del Villarreal por recortar diferencias motivó que los dos centrales madridistas tuvieran que emplearse a fondo, aunque los contragolpes visitantes cada vez eran más peligrosos como demostró Sneijder, colosal todo el partido, al firmar el cuarto tanto con un potente disparo con el exterior.