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C.Román
Mientras la Liga descansa, los aficionados del Mallorca siguen disfrutando de la temporada más plácida de los últimos tiempos. Con la permanencia en el bolsillo y dos partidos de órdago por delante para despedir el ejercicio (Sevilla y Real Madrid), los peñistas rojillos aprovecharon el parón del campeonato para pasar una agradable jornada, subir a Lluc y ofrecerle a la Virgen los resultados cosechados a lo largo de un curso apasionante.

La iniciativa, que surgió de la Federació de Penyes Mallorquinistes tras el éxito de la última convocatoria, sirvió para que los lazos de la afición siguieran estrechándose, ya que en el encuentro se dieron cita representantes de todas las peñas de la Isla. Cerca de sesenta aficionados se reunieron a primera hora del día en la Plaça del Bestiar de Inca y partieron a pie hacia el monasterio, situado a unos quince kilómetros de la capital de Es Raiguer.

Durante el camino, los más valientes tuvieron que soportar unas condiciones meteorológicas adversas que afortunadamente fueron mejorando con el paso del tiempo. Una vez en el punto de destino, se incorporaron al grupo más de medio millar de mallorquinistas que llegaron repartidos en diferentes autocares y coches particulares para sumarse a la fiesta y compartir un domingo atípico en lo que a la actualidad bermellona se refiere.