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Vuelta a la normalidad. El Mallorca recuperará su aspecto más habitual frente al Nàstic de Tarragona con la intención de agarrarse a la permanencia antes de que su visión del campeonato empiece a empañarse. Gregorio Manzano rescatará del cajón los apuntes que le han proporcionado la tranquilidad necesaria para afrontar el último sector de la Liga sin demasiada presión y pondrá sobre el césped del ONO Estadi una variante mucho más ofensiva que la utilizó el pasado fin de semana en el Camp Nou. Así, Víctor y Jankovic volverán a la primera fila del equipo en detrimento de Basinas y Varela y el dibujo táctico será calcado al de hace dos semanas. La única opción válida es la de la victoria y el técnico jienense hará todo lo posible para que ésta se queda en Palma por sexta vez consecutiva.

Las alas acogerán otra vez a sus inquilinos más solventes, Jonás y Jankovic, y lo más probable es que Manzano aproveche la polivalencia de ambos para intercambiar sus posiciones durante el encuentro y sorprender a la zaga de los catalanes. El argentino, pese a su buen momento de forma, está ansioso por resarcirse del desliz cometido en Barcelona y por compensar al público bermellón con otra actuación llena de garra. Janko por su parte, pretende actualizar sus números a costa de los de Paco Flores. El serbio sigue siendo el artillero más efectivo de la plantilla (ha marcado ocho tantos) y Manzano le pondrá sobre la arena para complicarle la vida al enemigo de turno. El once inicial se abrochará con la presencia de Víctor y Arango junto al área de Albano Bizarri. El canterano, no acumula una gran carga de minutos, pero ha estado presente en todas las funciones del campeonato. El centrocampista venezolano en cambio, sigue sin aportar demasiado al juego colectivo, aunque él mismo asegura que se encuentra «mucho mejor» y el técnico seguirá apostando por los recursos que guarda en su zurda para el completar ataque. No en vano, el caribeño reúne la calidad suficiente para desequilibrar una confrontación en cualquier momento y en su cargador habitan muchas de las posibles salidas del atasco. «Es uno de los partidos más decisivos que hemos jugado», reconocía ayer el centrocampista. «Habrá en juego tres puntos importantísimos porque nos acercaríamos a nuestro objetivo y, según los resultados, daríamos un paso decisivo».

El conjunto mallorquín ha dejado atrás las precauciones tomadas ante el Barça y va a darle una nueva vuelta de tuerca al asunto principal de la temporada: la supervivencia. En principio, la defensa encargada de maniatar a Portillo y compañía será la formada por Héctor, Ballesteros, Nunes y Navarro y los movimientos más importantes del preparador serán visibles más allá del centro del campo. El andaluz aparcará el doble pivote y apoyará todo el peso de la sala de máquinas sobre los hombros de Pereyra, que volverá a cubrirla las espaldas aCaño Ibagaza en su intento de darle sentido al juego mallorquinista.