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UNICAJA MALAGA 81
VIVEMENORCA 83

UNICAJA (21+20+15+16+9): Carlos Cabezas (10), Marcus Brown (16), Welsch (12), Carlos Jiménez (7), Pietrus (0) -cinco inicial-, Pepe Sánchez (4), Berni Rodríguez (13), Vasileiadis (9), De Miguel (0), Marko Tusek (8), Alfonso Sánchez (0) y Faison (2).

VIVEMENORCA (17+19+12+24+11): Nacho Rodríguez (2), Mario Stojic (10), Chris Moss (20), Nacho Yáñez (5), Alzamora (2) -cinco inicial-, Kaloyan Ivanov (3), Jordi Llorens (0), Vasiljevic (5), Paul Shirley (13), Farabello (9) y Bazdaric (14).

Àrbitros: Amorós, Murgui y Peruga. Sin eliminados por faltas personales.

Incidencias: Partido disputado en el Palacio José María Martín Carpena ante cerca de nueve mil espectadores.

Incidencias: Partido disputado en el Palacio José María Martín Carpena ante cerca de nueve mil espectadores.

Lluís Orfila|MÀLAGA

El ViveMenorca desafió a la lógica y sumó un triunfo que huele a permanencia ante un rival, Unicaja, que se confió en exceso en el tercer cuarto, y acabó sucumbiendo víctima de su soberbia. La táctica del «conejo» funcionó al máximo para el grupo de Casas, en un duelo con final de infarto, resuelto en la prórroga, que bien pudo llevarse el cuadro maonés antes del tiempo extra. De inicio, mientras Unicaja mostraba cierta fluidez y claridad de ideas en ambos tableros, los menorquines padecían en ataque y mostraban algunas lagunas atrás.

Jiménez anulaba a Moss, Stojic desaparecía en ataque y Rodríguez no imprimía el ritmo más conveniente para los de Casas. Sólo la inspiración de Yáñez, que volvió a aparecer en el quinteto inicial, permitían al Menorca mantener la distancia por debajo de los cinco puntos finalizados los primeros diez minutos (21-17). El alero madrileño, máximo anotador y rebotador isleño hasta entonces, inconmensurable.

Abierto el segundo acto, Casas, que se desgañitaba en la banda, había ya dado entrada a todos sus jugadores excepto Llorens, que lo haría escasos minutos después. Por momentos, la solución en la pintura se llamó Ivanov. El joven búlgaro suplía con garra y corazón otras carencias, y anotaba un triple que paliaba la ventaja local (29-25). Dispuso el bloque de Scariolo de varias opciones para romper el partido, pero los yerros de algunos de sus jugadores, unido a una serie de faltas en ataque consecutivas dieron aire al Menorca (41-36 al descanso).