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Carlos Román|MADRID
Satisfecho por el punto, que rompe una racha de cuatro derrotas consecutivas a domicilio, Gregorio Manzano lamentó la lesión de Juan Arango cuando el Mallorca buscaba el triunfo, aunque alabó el trabajo de sus hombres. El técnico de Bailén, que suma dos visitas consecutivas al Calderón puntuando -venció el año pasado-, analizó el encuentro: «Se ha hecho un partido correcto para jugar fuera. El Atlético se adelantó en el marcador, pero no supo aprovechar los espacios. Nosotros no retrasamos las líneas, ni mucho menos, esperamos nuestro momento, logramos el empate e intenté ir a por la victoria con el 1-1. Sin embargo, la desgracia de Juan Arango, que se marchó lesionado, nos perjudicó. De todas formas, nos vamos satisfechos con el empate y el juego».

Manzano lamentó el golpe del venezolano: «Tiene una contusión lumbar muy fuerte que le impedía mover una pierna. El golpe no era ninguna broma y deseo que no sea nada».

El técnico jienense elogió a sus hombres por haber controlado el ataque atlético: «Cuando un equipo no domina al otro, el fútbol no tiene vistosidad. Fue un partido muy táctico en el medio campo, anulamos todo el arsenal ofensivo que tenía el Atlético, que apostó por todos sus argumentos ofensivos. Nosotros veníamos a sumar, a no perder, y por qué no a ganar. Hemos roto una dinámica negativa fuera de casa que nos acerca un poco más a nuestro objetivo de la salvación». Al respecto de esa brecha de siete puntos abierta en relación a la zon de descenso, Manzano apuesta por la cautela: «La derrota del Athletic de Bilbao ayuda, pero nos quedamos con la sensación de haber vuelto a sacar puntos aquí, aumentar un puntos más la diferencia en relación al descenso y la valoración del empate es positiva. El domingo, ante el Getafe, hay que intentar mantener nuestra línea en casa y atar la permanencia».

El empate se consiguió tras noventa minutos insípidos, carentes de brillantez: «Fue un choque aburrido porque los jugadores de ataque no han tenido lucidez ni frescura ante los defensas. Hoy, la pareja de centrales del Atlético y del Mallorca han anulado las acciones de los delanteros. Moyà tampoco ha tenido trabajo, tampoco Leo Franco, y eso dice muy bien de nuestro trabajo ante un Atlético que tan buenos resultados había obtenido en casa en los últimos partidos. La ausencia de Arango nos impidió tener más claridad en la parte ofensiva». Al respecto de la importancia de Arango en el Mallorca, Manzano fue claro: «Lo importante que es Arango como Jonás, Víctor o Ibagaza. Arango hace su trabajo, su función, hoy ha vuelto a marcar y es importante porque es nuestro máximo goleador del año pasado. A ver si es posible que alcance los tantos de la pasada temporada».

Sobre su rival, al que entrenó hace algunas temporadas, dijo que no pudo desarrollar todo su juego ofensivo porque «se lo hemos impedido». «Nunes y Ballesteros han marcado bien a sus delanteros», señaló. No obstante, apuntó que el Atlético tiene los «números intactos» para lograr su objetivo.

Javier Aguirre
Por su parte, el mexicano Javier Aguirre afirmó que la suplencia del argentino Sergio 'Kun' Agüero había sido por decisión «técnica» y recalcó que llevar al equipo a Europa esta temporada se está convirtiendo en una «obsesión. La suplencia de Agüero fue por decisión técnica. Decidí que Mista había entrenado muy bien, que merecía una oportunidad y decidí prescindir de Sergio sin más. Fue una decisión mía. Había que jugar con ello. Poner los tres de inicio era una posibilidad, lo dudé hasta ayer y me decidí por esto», explicó.

El entrenador consideró que el empate ha sido «una pena» en la lucha por entrar en Europa. «Podíamos haber sacado dos puntos más al séptimo. Queda una jornada menos, el equipo tiene que dar la cara, tiene que seguir luchando, intentando jugar mejor, no cometiendo errores y no regalando nada porque nada nos sobra», dijo.

«Vamos partido a partido. En cuanto a números se refiere no estamos como en la primera vuelta. Tenemos cinco puntos menos», apuntó Aguirre, que añadió: «Si queremos estar en un club grande hay que estar preparados para todo. Hay que hacerlo más grande, devolverlo al sitio que se merece. Tenemos que llevarlo a Europa. Eso se está convirtiendo en una obsesión». Para él, el encuentro no había sido «para tirar cohetes. Se puso muy de cara con el gol, el equipo estaba fluido y cómodo, pero se fue auto presionando, se fue metiendo en la cabeza que era suficiente y llegamos al vestuario y hablamos que era importante aumentar la renta», comentó.

«Luego encajamos un gol en una jugada en la que no tuvimos cuidado con la salida. Ya nos pasó en Zaragoza. Antonio López decide mal en la salida y eso nos cuesta un gol. Después fue intentarlo más con corazón y voluntad que ideas claras. Lo intentamos pero no pudimos», añadió.