Jorge Lorenzo, durante la sesión celebrada ayer en el circuito de Jerez. Foto: MIQUEL ÀNGEL CAÑELLAS

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Fernando Fernández (Jerez)
La decimoquinta pole de su carrera, a tiro ¿Será alguien capaz de detener a Jorge Lorenzo? Esa pregunta circula por epaddock como un desafío para los pilotos del cuarto de litro. El Mundial empezaba con pole y triunfo en Qatar y, parece, que el otrora 48 y ahora defensor de una corona con un propietario demasiado definido, va camino de reeditar sus números del pasado curso. Y lo hace de manera insultante, barriendo del asfalto a todos sus contrincantes y burlándose del crono. Aguardó el piloto del Fortuna Aprilia hasta el último giro de la tanda de clasificación.

Su registro de 1:43.145 le sitúa al frente, con la pole provisional, la décimo quinta de su carrera deportiva, relegando en casi un segundo (951 milésimas) a Marco Simoncelli (Gilera), en una nueva exhibición de la factoría de Noale, que ha colocado a ocho de sus máquinas entre las once primeras. Las Honda de la estructura de Alberto Puig (Shuhei Aoyama y Julián Simón, 5º y 6º, respectivamente), han salvado los muebles ante el naufragio de un Andrea Dovizioso (9º, 1:44.363) que no acaba de encontrarse con su mejor pilotaje.

El Gran Premio de España comienza bien. Lorenzo, el número uno, el campeón, marca su terreno y sólo Héctor Barberá parece poder resistir el frenético ritmo que impuso el pupilo de Dani Amatriaín ya desde los entrenamientos libres matinales. Por entonces, Lorenzo ya bajaba de 1:44 (1:43.945), pero quería seguir progresando, demostrar que el trabajo de pretemporada ha sido fructífero y los ingenieros de Aprilia tienen motivos para seguir soñando con la corona de marcas.