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Mañana comienza la Liga de Maurizia Cacciatori. Después de su paso por la versión italiana de la «Isla de los Famosos» y de su periodo de recuperación, la musa del voleibol femenino ha recuperado su estatus en el vestuario del Ícaro Alaró y se va a convertir en la nueva líder del equipo de Ernesto Rodríguez. La colocadora italiana formará desde el sábado como titular y será una pieza básica para alcanzar el doble objetivo de la temporada: la Copa FEV y el ascenso a Superliga. Igual que sucediera en sus anteriores etapas, el fichaje de Maurizia Cacciatori por el Ícaro Alaró supuso una auténtica revolución. La mejor jugadora del Mundial de 1998 y la gran musa de este deporte aceptó la oferta del club que preside Carlos López atraída por un proyecto muy ambicioso y por la posibilidad de vivir en la misma ciudad que su marido Santi Toledo.

Su paso por la «Isla de los Famosos» le impidió realizar la pretemporada con sus compañeras y le obligó a perderse las primeras jornadas del campeonato. Cacciatori ha necesitado poco más de un mes para recuperar su habitual estado físico y a partir de mañana sábado tomará el mando en la dirección del equipo. Maurizia Cacciatori se encuentra al equipo en lo más alto de la tabla clasificatoria y con el camino bien encauzado. La victoria del pasado sábado ante el Toledo ha dejado a las pupilas de Ernesto Rodríguez como las máximas favoritas y con una importante sensación de superioridad sobre sus rivales.

De todos modos, la italiana se va a encontrar a corto plazo con escollos complicados. El más inmediato será la Copa FEV que se celebrará los días 6 y 7 de enero en Toledo. El Ícaro quiere regresar con el primer título nacional del voleibol femenino mallorquín. El hecho de que el torneo se dispute en Toledo va a provocar que las baleares se enfrenten en semifinales con el primer clasificado del Grupo A y que probablemente tengan que jugarse el título con las anfitrionas. Pero el gran objetivo del año es el ascenso a la Superliga. El Ícaro ha confeccionado la mejor plantilla y ahora Cacciatori tiene que conducirlas a la máxima categoría.