TW
0

El Mallorca se enfrenta esta tarde a un desafío de tamaño gigante. El equipo balear visita el campo del Osasuna dispuesto a estirar la racha de resultados que le ha acomodado en la zona templada de la clasificación, pero para lograrlo tendrá que imponerse a la historia y a un rival en plena trayectoria ascendente. Los de Manzano, que llegan a este punto de kilométrico del torneo cargados de combustible, podrían renovar sus aspiraciones europeas gracias a un buen resultado, aunque el grupo es consciente de que una caída les obligaría a seguir mirando por el retrovisor (Reyno de Navarra, PPV, 17.00 horas). Los ecos del empate ante el Celta se han seguido escuchando durante toda la semana en la ciudad deportiva de Son Bibiloni. El equipo rojillo vivió una pesadilla en los últimos minutos que le supuso la pérdida de dos puntos y a día de hoy su estado anímico continúa siendo una incógnita. El propio Manzano reconocía el viernes, durante su rueda de prensa previa al partido, que hay que enterrar ya el capítulo de los errores arbitrales y recuperar el nivel exhibido frente al Nàstic o ante los de Fernando Vázquez, pero eso implica un gran ejercicio de superación y el Mallorca viajó ayer a Pamplona con dos bajas notables en su expedición. Una de ellas es la de Jonás, que disfrutaba del momento más dulce de su estancia en la Isla hasta que fue duramente castigado por Clos Gómez después de un acto de menosprecio. El argentino tuvo un papel fundamental en la última victoria a domicilio y completó la semana pasada su actuación más brillante como mallorquinista, pero hoy tendrá que ceder su espacio en la banda derecha y el equipo podría descompensarse de alguna manera. La otra ausencia también cuenta con un peso tremendo. ECaño Ibagaza se ha caído del equipo por una inoportuna lesión que le mantendrá lejos de los terrenos de juego hasta que comience el nuevo año y el Mallorca carecerá de referente creativo. El conjunto isleño acusó seriamente su salida la semana pasada y si no es capaz de recomponer la zona ancha y recuperar el suministro atacante sufrirá un serio problema.

El Osasuna se cruzará en el camino del Mallorca en el momento menos indicado. Los navarros han olvidado ya su nefasto comienzo de temporada y han remontado el vuelo con una serie de triunfos balsámicos que han disparado su moral. En su última comparecencia como local pasó por encima del rocoso Deportivo de Caparrós y la semana pasada conquistó una de las plazas más inaccesibles de la Liga, La Romareda, después de arruinar los argumentos de un Zaragoza que parecía inalterable. Entre exhibición y exhibición cargó las pilas continentales a costa del Odense y recuperó una sonrisa que había desparecido de su rostro desde el pasado verano. Osasuna ha cambiado y sus objetivos se están actualizando.

Pese a todo, parece que la escuadra rojilla ha reestablecido el orden en la parte más avanzada del campo y que su punto de mira empieza a estar calibrado. Una vez superado ese trauma, el cuerpo técnico trabaja ahora en la recomposición de la defensa y en sellar las paredes de la zaga, que en un mes ha pasado de ser la menos goleada a recibir ocho arponazos en apenas tres partidos. Varela, Nunes, Ballesteros y Navarro tienen mucho trabajo por delante y están obligados a aplicarse desde hoy mismo, ya que Osasuna administra talento de sobra como para ponerles contra las cuerdas. En cualquier caso, Manzano también recordó que la batalla más decisiva de la jornada se disputará en la zona ancha. Teniendo eso claro, es probable que el jienense apuntale la sala de máquinas con un doble pivote al que aspiran tres candidatos (Pereyra, Basinas y Jordi López) y sobre el que recaerá la mayor responsabilidad del equipo. El resto de posiciones del centro del campo están el aire. Lo más lógico sería que la banda derecha fuera ocupada por Jankovic y que el carril zurdo acoja de nuevo a Juan Arango, pero las opciones del técnico son muy diversas, puesto que Varela y Kome también están capacitados para actuar en la orilla diestra y Tuni en el extremo contrario. Arriba, Víctor y Tristán han monopolizado el espacio atacante en las últimas semanas, pero Maxi y el mismo Arango tampoco están ni mucho menos descartados para las tareas de finalización.