TW
0

Amador Pons|SHANGHAI
Es indiferente quién sea el rival, cuál sea la superficie o como se encuentre física y tenísticamente, Rafael Nadal siempre puede recurrir a su corazón. Porque ayer ganó a Nikolay Davydenko (5-7, 6-4 y 6-4 en 2 horas y 43 minutos) por el corazón. El jugador balear sufrió para derribar el muro ruso pero logró la clasificación para las semifinales de la Copa Masters de Shanghai. Ya con la moral por las nubes, se medirá con Federer por un puesto en la final.

Rafael Nadal y Nikolay Davydenko no se habían medido hasta ayer y resulta complicado planear una táctica ya que era imposible saber cómo afectarían los tiros del mallorquín al jugador ruso. Al tenista soviético le ocurría lo mismo y los primeros juegos fueron de poco intercambio y de buenos saques (1-2).

Davydenko sabe que a medida que se alargan los partidos aumentan las posibilidades de victoria de Nadal y por eso comenzó muy pronto con las hostilidades. En el cuarto juego el jugador balear tuvo una oportunidad (40-30) para sumar su servicio, pero pasó de un posible ace -el línea la cantó fuera y Nadal pidió el desafío porque pensaba que era buena aunque la máquina la marcó mala- a una doble falta. El ruso vio que una puerta se abría y tuvo dos pelotas de break, pero un error con el revés y una buena derecha del manacorí pusieron las cosas en su sitio (2-2).