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Agencias|MADRID
Luis Aragonés montó ayer una comedia que sembró el desconcierto en todo el entorno de la selección española. Por la mañana, minutos después de las diez, anunciaba que se marchaba y que dejaba de ser seleccionador. Ante los medios de comunicación el técnico de Hortaleza manifestó que «presento la dimisión porque es lo que todos querían», refiriéndose sobre todo a la prensa que le criticó por la derrota ante Irlanda del Norte, en el partido de clasificación para la Eurocopa. Aragonés, que el pasado viernes aseguró que quería seguir en el cargo, parecía haber cambiado de opinión a lo largo del fin de semana y así lo anunció ayer por la mañana. Sin embargo, como viene siendo habitual en él desde que el equipo cayó eliminado en el pasado mundial, el técnico enturbió la situación de su dimisión y no terminó de aclarar nada. «No es cuestión de fin de semana ni de nada. Antes dijisteis lo que dije y ahora diréis lo que digo», explicó.

El seleccionador nacional tampoco quiso aclarar durante la jornada matinal los motivos que le llevaron a tomar la decisión de abandonar el cargo, y tampoco dijo nada sobre las motivaciones que le llevarán a decidir si finalmente abandonaba el cargo o continuaba en él. «Uno presenta la dimisión porque la presenta. Si sigo en el cargo o no, depende de ciertas connotaciones», manifestó. Por la tarde se precipitaron los acontecimientos y sobre las seis comunicó con la Federación para anunciarles que se lo había vuelto a pensar y seguía en el cargo. «Tras haberlo pensado, he decidido continuar», les comunicó el «Sabio de Hortaleza» a los directivos de la Federación. Villar no aceptó su dimisión por la mañana y le mostró su respaldo. A la vista de este posicionamiento federativo Luis Aragonés solicitó a la RFEF un margen de 48 horas para decidir de manera definitiva su futuro, pero horas después de anunciar su adiós, se puso en contacto con la RFEF para ratificarles su posicionamiento. En declaraciones a Radio Marca que recoge Europa Press, Aragonés dijo que decide seguir «por muchas cosas, no sólo Luis». «También está la gente que me rodea», comentó el técnico madrileño en alusión a su equipo de colaboradores.

«Había connotaciones que había que aclarar. Yo, por mí, me hubiese marchado a cambio de nada. La Federación Española no aceptaba para nada la dimisión. Me he ido dos veces, pero no me han dejado. Me han dicho que los dejaba cojos y que la cosa no era tan grave», añadió el seleccionador. El ex entrenador del Atlético, Sevilla y FC Barcelona, entre otros, admitió haber errado en el partido ante Irlanda del Norte. «Me equivoqué. En una contra nos hacen el gol que nos derrota. Si hubiesemos defendido en lugar de atacar no hubiesemos perdido», indicó. Durante la jornada se sucedieron las manifestaciones de ánimo hacia la figura de Aragonés. Algunos futbolistas, como el barcelonista Carles Puyol, explicó que «Luis no es el culpable de lo que pasó. Los culpables somos los jugadores, que hicimos un mal partido», comentó Puyol. «Si después del Mundial había decidido continuar, ahora también se merece seguir», sentenció Carles Puyol.