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El Real Mallorca se sumó ayer a una moda extendida por medio planeta. Campos de fútbol, pabellones de baloncesto, pistas de tenis, velódromos, incluso estadios de cricket han tomado desde hace años el nombre del patrocinador del club o la entidad que los dirige. La SAD balear anunció ayer que el lunes firmará el convenio para que el Estadio de Son Moix pase a llamarse ONO, convirtiéndose en el primer equipo de fútbol de España cuyo terreno de juego llevará la denominación de una firma privada. Algo muy extendido en países como Alemania.

Cinco campos de equipos de la Bundersliga llevan el nombre de marcas privadas. El Allianz Arena probablemente sea el más representativo. Lo comparten el Bayern Munich y el Munich 1860 y cambia de color en función de quién juegue. Es rojo cuando lo ocupa el Bayern, azul para el Munich 1860 y blanco si juega la selección. Además, en la primera división alemana aparecen terrenos de juego como el AOL (portal de información de internet) Arena de Hamburgo, el AWD Arena de Hannover, el VW (Volkswagen) Arena de Wolfsburgo y el Commerzbank Arena de Frankfurt. En Inglaterra hace tiempo que las firmas más importantes apostaron por el fútbol, incluso por el cricket. El Reebok Stadium del Bolton, el Fly Emirates del Arsenal, incluso el Walkers (marca de patatas fritas) del Liecester forman parte de los campos de fútbol de la Premier, aunque el caso más curioso puede ser el del Fosters Oval, uno de los estadios más importantes del país de cricket.

Dos equipos holandeses también han bautizado a sus estadios con el nombre de sus patrocinadores: el Philips Stadium del PSV Eindhoven y el Fujifilm Stadium del NAC Breda. La inmensa mayoría de los pabellos de baloncesto de la NBA, pistas de tenis como la Vodafone Arena, la segunda en importancia del Open de Australia, y velodrómos como el de Melbourne, también llamado Vodafone, son otros de los complejos repartidos por todo el globo que se han rendido a los ingresos económicos que supone darle el nombre de la instalación a una firma privada.