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Fernando Fernández
El Aqua Mágica está herido. El grupo de Àngel Colino retoma el pulso de los «playoffs» con un 2-0 en contra y un rival acosado por las urgencias como el León. Los de Son Moix quieren redimirse tras ver como los de Aranzana marcaban las distancias en el primer choque y encontraban la complicidad de los colegiados en el segundo envite de una serie que se ha puesto cuesta arriba, pero que el Palma quiere equilibrar. «No lo damos por perdido», explicaba el vicepresidente de la entidad, Guillem Alomar. Y es que el patrocinador y la directiva del Aqua Mágica han declarado jornada de puertas abiertas el choque de esta noche (21 horas) y prolongarán esta medida en caso de alcanzar el cuarto partido. No hay excusa para no ir al baloncesto y arropar a un Palma que no se da por rendido y espera «que el igualdad de condiciones podamos alcanzar el quinto partido. Allí, la presión ambiental fue muy fuerte. Ahora, nos toca a nosotros, y podemos ganarles, ¿por qué no?», admitía Alomar.

Pese a que la serie está desequilibrada, el partido ante el León ha levantado una gran expectación entre los aficionados. La posibilidad de invertir el sino del cruce está presente y pasa por ganar. En caso contrario, la temporada tocaría a su fin para un Palma Aqua Mágica cuyo vestuario no renuncia a dar un paso al frente. Encomendados a la regularidad de Tutt, la solvencia de Bergersen o la potencia de Battle, los de Colino recuperan a Raúl Mena, que por propia voluntad decidió ser infiltrado para poder estar a disposición del preparador pacense, quien sabe que «ésto no se ha acabado» y pese a que no prefiere volver a hablar de los árbitros -protagonistas directos en la segunda derrota del Palma en León-, sabe que «si se gana el tercer partido, puede cambiar el color de la eliminatoria. Pero tendremos que trabajar mucho y bien. Este León es un gran equipo y no lo va a poner fácil».

El vestuario se ha propuesto luchar hasta la extenuación por mantener vivas sus esperanzas de ascender a la ACB. Después de acceder a los «playoffs» tras una agónica última jornada, la entidad presidida por Miquel Ramis no renuncia a nada. Y el primer obstáculo es un León Caja España que llega con la eliminatoria encariilada y que quiere cerrarla cuanto antes para llegar fresco a una semifinal que, presumiblemente, les medirá al Bruesa. «Necesitamos de la aportación ofensiva de los pívots. Iremos a muerte, hay que ir a ganar con el convencimiento de que cualquier oportunidad es buena para firmar nuestro pase. Vamos a ver cómo sale el tercer partido», explicaba un Gustavo Aranzana que ya sabe lo que es llegar a la ACB con el León y tiene la misión de repetir gesta. El preparador castellano cuenta con todo su arsenal, con especial atención al perímetro. Bulfoni, Bernabé o Dumas serán claves para entender el ritmo del partido, aunque será Mills el hombre a tener en cuenta. Las prestaciones de Barnes, Román González o Higgins son una incógnita y los Battle o Miller tendrán otra vez la papeleta de detener a los propietarios de la pintura leonesa.