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FERNANDO FERNÀNDEZ (BARCELONA)
La exhibición de Jorge Lorenzo en los tests IRTA de Montmeló ha sido la primera gran muestra de un trabajo de pretemporada diseñado a conciencia. Que la Aprilia oficial es una moto más veloz es algo que salta a la vista, pero en la trastienda, el piloto mallorquín no ha dejado a la improvisación ninguno de los detalles que le deben ayudar a proclamarse campeón del mundo. La aerodinámica es un punto clave en la agenda de todos los equipos del mundial. En el mundo del motor en general, se estudia al detalle, y el Fortuna Aprilia no se ha quedado al margen.

Los resultados son evidentes. A finales del pasado mes de enero, Lorenzo y su equipo rodaron sobre el trazado del Circuit de Catalunya. La máquina ha sufrido retoques técnicos y mecánicos que la hacen más veloz que aquella que le permitió firmar un tiempo de 1:46.89. El motor funciona a la perfección la estabilidad en las curvas es una realidad. Pero Jorge también ha trabajado con NZI, su proveedor de cascos, para mejorar la aerodinámica y la estabilidad de la cabeza en la recta.

Con todo, el mallorquín volvió a rodar por debajo de 1:47 (1:46.563), mejorando en cerca de cuatro décimas los tiempos de su última escala en Montmeló, previa a los IRTA de Jerez, escenario de la puesta de largo de Mundial el próximo 26 de marzo. Valentino Rossi fue el gran protagonista de la primera sesión de entrenamientos oficiales de MotoGP al marcar el mejor tiempo de la jornada (1:43.608). El que más se acercó a Rossi fue su compañero de equipo, Colin Edwards (1:44.063), mientras que Carlos Checa (Tech 3 Yamaha) fue tercero (1:44.070).