TW
0

El Mallorca quiere evitar otra fuga a final de temporada. El club balear está encantado con Angelos Basinas y con el rendimiento que ha generado desde su llegada y está dispuesto a realizar un gran esfuerzo para seguir contando con sus servicios a partir de la próxima temporada. El jugador heleno se había comprometido la SAD balear hasta el próximo 30 de junio, pero la entidad se reservó en su día una opción para retenerle durante otras tres campañas y no quiere desaprovecharla.

Aunque el refuerzo generó cierta desconfianza en algunos sectores -acumulaba más de ocho meses sin equipo y alejado de los terrenos de juego- el paso del tiempo le está dando la razón al consejo mallorquinista, que ha sabido utilizar el mercado de invierno para recomponer la base del equipo y acercarse a la permanencia. Sin embargo, cuando el club y el jugador decidieron darse la mano marcaron unos plazos que en los próximos meses tendrán que revisarse. En principio la unión sólo es válida hasta que se baje el telón de la temporada, pero las dos partes acordaron la posibilidad de prorrogarla y establecieron una serie de condiciones. El Mallorca se quedaba con la posibilidad de retener al centrocampista, pero éste exigía que si continuaba en la Isla lo haría durante tres temporadas y bajo unas condiciones muy concretas. Una de ellas tiene que ver con el aspecto económico, ya que Basinas pasaría a percibir una cantidad superior al millón de euros por curso. Ahora y después de lo que ha expuesto el heleno sobre el terreno de juego, la SAD balear parece dispuesta a forzar la máquina para prolongar su estancia en la Isla y asumirá el coste de su ficha siempre y cuando continue en Primera.

Angelos Basinas llegó a Palma en enero y casi nadie sospechaba que un mes después sería el nuevo referente del equipo sobre el terreno de juego. Desde que irrumpiera por primera vez en el once inicial el espartano se ha convertido en uno de los líderes de la reacción mallorquinista y ha dotado al conjunto isleño de un criterio del que antes no disponía. El heleno ha acabado también con los problemas de suministro que padecía el ataque y ha renovado el espíritu de una plantilla que se descomponía. Demasiados puntos a favor como para despreciar su continuidad.

El Mallorca decidió arriesgarse en el segundo plazo de fichajes y ha obtenido unos dividendos espectaculares. Se arremangó con la idea de buscar un central que al final encontró (Nunes), peleó con los grandes clubes de Argentina para incoporar a Pisculichi y peinó el mercado buscando un delantero (al final fichó a Braulio), pero casi nadie contaba con que la plantilla crecería con la llegada de otro centrocampista organizador. En el vestuario estaban ya Guillermo Pereyra, Borja Fernández, Francisco Javir Farinós o Cristiano Doni, pero el secretario técnico, Nando Pons, manejaba una serie de informes muy interesantes sobre un futbolista que se encontraba sin equipo y decidió lanzarse a por él. El jugador en cuestiones era Basinas y después de analizar el currículo y la trayectoria del internacional griego el Mallorca optó por contratarle y esperar a ver cuál era su rendimiento. Y visto lo visto, parece que no se ha equivocado.