Florentino Pérez dialoga con Vicenç Grande y Jaume Matas en el palco de Son Moix, poco antes del partido que precipitaría su dimisión.

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Sorpresa, asombro y desconcierto. Son las palabras que más repetían ayer los que vivieron de cerca las últimas horas de Florentino Pérez en la presidencia del Real Madrid. El empresario, que el lunes por la noche anunciaba su dimisión irrevocable como máximo mandatario del club blanco, le prestó su último servicio a la entidad en el palco de Son Moix y pese a que el estado de salud de su equipo se había resentido durante los últimos días, nadie intuía que la exhibición del Mallorca podía precipitar su salida por la puerta de emergencia. De hecho, muchos de los que siguieron el partido junto al dirigente ni siquiera detectaron un solo síntoma de flaqueza en su rostro. Sin embargo, la realidad era muy distinta, ya que el de Son Moix pasará a la historia como el último palco de Florentino. El principio del fin de la era galáctica.

Ramón Rosselló. Para el adjunto a la presidencia del Real Mallorca, la victoria de los hombres de Manzano fue la gota que colmó el vaso: «Él se marchó del palco muy triste y afectado, pero no creíamos que fuera a pasar lo que al final sucedió. En la comida entre las directivas se había comportado de forma normal y el fútbol predominó en todas nuestras conversaciones. Como todos, tenía detractores y simpatizantes, pero consolidó al Madrid como uno de los mejores clubes del mundo y no se le puede negar el mérito porque hizo muchas cosas buenas por su club».

Pepote Ballester. El director general d'Esports del Govern también estuvo en el palco del estadio, aunque noo se percató del presunto malestar de Florentino: «Durante el partido no lo vi y tampoco soy nadie para valorar lo que le pasa a los demás, pero no cabe duda de que una noticia como ésta siempre es una sorpresa y una novedad en el mundo del fútbol».

Rafael Durán Para el concejal de deportes del Ajuntament de Palma la dimisión del presidente blanco es una noticia nefasta para el Real Madrid: «Tras el partido lo vi muy serio, pero no le di demasiada importancia ya que tampoco es un tipo muy expresivo. Lo lamento porque creo que entrará en los anales del madridismo como el mejor presidente de la historia junto a Santiago Bernabéu. Es triste que se tenga que ir de esta forma y su marcha debería hacer reflexionar a los jugadores».

Rosa Puig. La consellera de Presidència i Esports tampoco sospechaba la decisión del empresario: «No nos lo imaginábamos, pero si ha tomado esa decisión es porque no contemplaba otra alternativa posible. Ahora hay que comprenderlo y respetarlo».

Miquel Bestard. El presidente de la Federació de Fútbol de les Illes Balears (FFIB) se mostró sorprendido por la actuación de los jugadores madridistas: «Al final la cara de Florentino era un poema, pero a mi lo que más me extrañó fue la manera de comportarse de los jugadores, que no parecían dispuestos a esforzarse. A lo mejor ahora mejoran».

Agustín Seguí. El presidente de la Federación de Peñas Madridistas de Mallorca no daba crédito a lo ocurrido y aunque no estuvo en el palco, pasó muchas horas junto a Florentino durante el fin de semana: «Para mi fue una sorpresa y una decepción. Su proyecto deportivo ha fallado, pero lo demás ha sido un éxito. Hay que limpiar el vestuario».