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Europa Press|TURÍN
María José Rienda Contreras tan sólo pudo ser decimotercera en el gigante olímpico en el que se impuso la estadounidense Julia Mancuso. La norteamericana, que marcó un registro del 2.09.19, superó en la línea de meta a la finlandesa Tanja Poutiainen, plata a 67 centésimas, y la sueca Anna Ottosson a un segundo y 14 centésimas. La andaluza, por su parte, consiguió un tiempo de 2:12.13, a 2.94 de la norteamericana. Rienda no tuvo su día en la pista Sises de Sestriere. A pesar de llegar muy motivada, con la aureola de favorita y partir con el dorsal número 1, la granadina falló demasiado en el que debía ser el gran día del alpino español. La de Monachil superó el pasado 4 de febrero el récord histórico de triunfos de Blanca Fernández Ochoa en la competición de la regularidad, pero ayer no pudo unir su nombre al de la saga de esquiadores madrileños, los dos únicos medallistas en una cita olímpica invernal, y dice adiós a su sueño olímpico.

Las adversas condiciones meteorológicas fueron un gran inconveniente para la esquiadora de Sierra Nevada. La densa niebla y la incesante nevada que caía en Sestriere dejaron la pista en malas condiciones impidiendo a Rienda salir en la primera manga con su agresividad habitual. Así, en la primera bajada, la española acusó los nervios y la presión acumulada en los últimos días desde el portillón de salida. Comenzó envarada y dubitativa en la parte superior de la pista, por lo que fue decimoséptima.

No obstante, la española nunca se rinde y decidió salir a por todas en la segunda manga. Desde el inicio, se vio su intención de mejorar su registro, pero un par de fallos en las primeras puertas sólo le permitieron mejorar cuatro posiciones en una segunda manga, disputada con más niebla aún. La pupila de Mauro Pini no pudo mejorar sus dos resultados precedentes en Juegos Olímpicos pues en Salt Lake City'02 fue sexta y en Nagano'98 fue duodécima. Tan sólo obtuvo peor resultado en su debut en Lillehammer'94, donde terminó vigesimoprimera. La esquiadora andaluza declaró tras la prueba que cuando no salen las cosas «duele siempre, pero en Juegos duele más». Rienda declaró a tras la prueba que «la pista estaba perfecta», pero que «el problema fue la visibilidad». «Lo he intentado hacer lo mejor posible, pero no ha podido ser», indicó Rienda, a la que pudo perjudicar que, debido al mal tiempo, se haya acortado la pista.