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CAI ZARAGOZA 74
DRAC INCA 68

CAI ZARAGOZA (21+8+31+14): Matías Lescano (13), William Keys (25), Luc Arthur Vebobe (4), Joseph García Roundy (6), Derrell Lacero Washington (2) -quinteto inicialOliver Arteaga (5), Alberto Angulo (2), Mario Bruno Fernández (2) y José Àngel Antelo (15).

16 de 34 en tiros de dos, 9 de 23 en lanzamientos triples y 15 de 26 en tiros libres. 35 rebotes (24 defensivos).

DRAC INCA (11+19+23+15): Marc Blanch (9), Lelton Gerard Brown (13), Antonio Reynolds (6), Jan Hendrik Jagla (19), Anthony Stacey (5) -quinteto inicial- Alberto Alzamora (0), Juan Francisco Riera (0), Alberto Ruiz de Galarreta (8) y Rogelio Legasa (8).

21 de 48 en tiros de dos, 6 de 20 en lanzamientos triples y 8 de 12 en tiros libres. 39 rebotes (24 defensivos).

Àrbitros: Alberto Sánchez Ardid y Óscar Bardaji Martín. No hubo eliminados.

Cristóbal Muñoz |ZARAGOZA

El Drac Inca cedió ante el CAI Zaragoza en el pabellón Príncipe Felipe de la capital aragonesa, que se convirtió en el mejor aliado de los suyos a la hora de espolear al grupo que ayer lideró William Keys con 25 puntos. El choque estuvo marcado por la igualdad y las alternativas en el marcador, que se inclinó del lado de los locales merced al acierto más allá de la línea de 6,25 en los momentos decisivos. Desde muy pronto el CAI abrió brecha en el marcador con un parcial de 9-2 apoyado en los triples de Keys y de Lescano, lo que permitió que los aragoneses se anotaran el primer asalto con solvencia y sin que los mallorquines pudieran explotar sus puntos fuertes.

Sin embargo, las tornas se cambiaron en el segundo cuarto a raíz de una antideportiva a Arteaga, que mostró el camino a los de Es Raiguer de un parcial de 0-8 que les metía en el partido. Reynolds con tres faltas tenía que sentarse después de que los pívots locales apenas le dejaran entrar en juego y Stacey no aparecía como en anteriores compromisos, por lo que Brown se hizo con las riendas. El base lideró la remontada que permitió al Drac enfilar el túnel de vestuarios un punto arriba.

Tras el descanso, el choque fue de ida y vuelta y las alternancias en el electrónico del Príncipe Felipe se convirtieron en la tónica. Una tónica que produjo empates a 41, 43 y 46 hasta que los locales tras un tiempo muerto consiguieran encadenar dos canastas y volver a abrir un pequeño hueco que se convirtió en una renta de siete tantos al final del tercer cuarto.