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El encuentro entre el Mallorca y el Real Madrid dejará al descubierto un montón de detalles interesantes. Al margen de la vuelta de López Caro y Pau Albertí o el cruce entre profesor y alumno que se producirá en los banquillos, Son Moix asistirá a otro reencuentro especialmente emotivo que tiene que ver con la historia más reciente del mallorquinismo. El hoy técnico de los galácticos se verá por primera vez las caras sobre el terreno de juego con Alejandro Campano, el único futbolista de todos los que tuvo a sus órdenes en el filial que aún sigue vistiendo la elástica rojilla. La visita del conjunto galáctico a la capital balear coincide con el regreso a escena del capitán, que con el cambio de entrenador ha recuperado una porción del protagonismo que había perdido durante la era Cúper. Aunque se le sigue resistiendo la titularidad y tendrá que ver empezar el encuentro desde el banquillo, el sevillano está muy presente en los planes del nuevo técnico y su vuelta podría destacarle casi como uno de los principales refuerzos de cara a este segundo ciclo de la competición. Y mañana, si dispone de minutos, podría demostrarselo al que se erigió como el gran valedor de su llegada a la Isla.

Campano (Sevilla, 1978) aterrizó en Mallorca en verano del año 2000 procedente del segundo equipo del Sevilla. Su primera misión era la enrolarse en las filas del filial rojillo y lo consiguió rapidamente gracias a la mediación de su paisano, que se encargó de transmitirle la confianza necesaria para que siguiera creciendo como futbolista: «Con Juan Ramón mantengo una relación buenísima, porque además de ser un magnífico entrenador se comportó como un padre conmigo. Me trajo a Palma cuando sólo tenía 19 años y me trató siempre de manera magnífica, tanto dentro como fuera del campo. No nos conocíamos hasta ese momento, pero ahí nació une buena relación. Hasta ese momento practicamente no había salido de mi casa y él me ayudó a crecer en todos los sentidos».

El interior sevillano, que debutó con el Mallorca en la eliminatoria de la Intertoto frente al Ceahlaul de Piatra, asegura que le reconforta ver a Juan Ramón López al frente de una de las plantillas más poderosas del planeta, aunque no se sorprende de lo bien que le están rodando ultimamente las cosas al técnico de Lebrija: «Lo único que me extraña de todo esto es que hasta ahora no se hayan dado cuenta de los buen entrenador que es. Desde mi punto de vista es un entrenador que posee unas cualidades buenísimas y que si se lo propusiera podría dirigir a cualquier equipo. Por eso no me sorprendí en abosluto cuando vi que podía sacar al Madrid del bache en el que se encontraba después de la marcha de Luxemburgo».