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OPEL JOVENT 53
GRUPOTEL.COM MURO 50

OPEL JOVENT (16+11+10+16): Daniel García (0), Rubén Sánchez (17), Enrique Àlvarez (14), Juan Murillo (0), Michael Marutin (9), -cinco inicial- Verón (5), Oriol Pagés (7), Alberto Bolufer (0) y Javier Conde (1).

14 de 31 en tiros de dos puntos, 7 de 22 en triples y 4 de 9 en tiros libres. 34 rebotes (24 defensivos y 10 ofensivos) y 23 faltas personales.

GRUPOTEL.COM MURO (16+9+23+12): Carlos Vila (8), Pibe Giménez (11), Jaume Torres (8), Sergio Alonso (12), Jonathan Benzeval (3), -cinco inicial- Xavi Pampín (13), Carlos San Emeterio (0), Toni Cañellas (3) e Israel Pampín (2).

11 de 13 en tiros de dos puntos, 7 de 22 en triples y 17 de 21 en tiros libres. 27 rebotes (17 defensivos y 10 ofensivos) y 15 faltas personales.

Àrbitros: Soler Àlvarez y Hernando Prior. Eliminaron por cinco faltas personales a Àlvarez e Israel Pampín. Además, señalaron antideportiva a Mathurin.

Àrea 11|ALAIOR

La quinta derrota consecutiva del Opel voló hasta Muro porque los argumentos del conjunto mallorquín, dotado de una plantilla claramente superior a los de Robert Bonvehí, desequilibraron la balanza. Centímetros, taleot y banquillo fueron los argumentos esgrimidos por el Grupotel.com Muro, que acabó doblegando a los menorquines, que se lo pusieron difícil hasta el descanso. Fue un partido cuyo inicio fue igualado, con una mala selección de tiro y concentración defensiva irregular en ambos bandos que marcaron los primeros minutos, con escasa anotación por parte de ambos bandos.

El Opel Jovent conseguía incomodar al Grupotel.com Muro, que llegó al descanso dos abajo (27-25), en un anticipo de que la victoria en Alaior no iba a ser fácil de conseguir. El día en el que Israel Pampín estrenaba la elástica murense estuvo marcado por la reacción mallorquina en el tercer cuarto. El Grupotel decidió presionar a toda la pista y se adueñó del rebote ofensivos. Entonces, el Opel Jovent se atascó industrialmente y el parcial de 10-23 del tercer período fue el resultado de esta suma de condicionantes.

El 37-48 del final no era el mejor síntoma para el cuadro de Alaior, al que le pesaba la angustia por las cuatro derrotas consecutivas que acumulaba en su casillero y que les sitúan en una tesitura compleja a la hora de poder mantener la categoría recuperada hace apenas unos meses.