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En apenas diez días el Real Mallorca se ha encontrado con una agenda de lo más comprometida para cosechar resultados positivos lejos de la Son Moix. Si hace una semana los de Cúper intentaban acabar con la estadística contraria que acumulan los rojillos en El Sadar, ahora les llega el momento de romper la tradición negativa que acompaña las visitas mallorquinistas a Mestalla. Y es que los rojillos no han ganado nunca en Primera División ni en la capital de Navarra, ni en la capital del Turia. El conjunto bermellón, que mañana medirá sus fuerzas con el bloque dirigido por Quique Sánchez Flores, ha visitado el feudo valencianista en un total de dieciocho ocasiones siempre en la máxima categoría y en ninguna ha logrado salir victorioso. Los enfrentamientos entre chés y barralets en Valencia deja un balance muy favorable a los inquilinos de Mestalla, ya que los locales se han hecho con la victoria en trece ocasiones y tan sólo han cedido cinco empates.

Los números son muy poco alentadores para los intereses del Real Mallorca, pero peor parece el bagaje goleador. Los mallorquinistas han marcado once goles en dieciocho partidos a domicilio ante el Valencia y ha recibido 42. La mayor goleada que han recibido los bermellones en Mestalla se remonta a la campaña 1962-63, una campaña en la que los isleños salieron vapuleados por 7-2. No obstante, no hay que irse tan lejos para encontrar una goleada similar, ya que en la jornada 29 del ejercicio 2003-04 los rojillos abandonaron la capital del Turia con un doloroso 5-1 en el equipaje. El último resultado positivo que los mallorquinistas cosecharon en Mestalla es el de la temporada 2001-02, cuando los hombres entrenados por Sergio Kresic empataron a uno. El jugador catalán del Newcastle Albert Luque adelantó a los rojillos en el minuto 12 al marcar de parábola. El Valencia no pudo igualar el resultado hasta el minuto 80 cuando Mista anotó y acabó con un racha del Valencia de 352 minutos sin marcar.

El Mallorca tiene una estadística contraria, pero algo más positiva es la racha de Cúper en sus visitas al estadio en el que cosechó algunos de sus mayores éxitos. Y es que en su primera temporada al frente del conjunto rojillo, la 97-98, los Amato, Roa, Mena, Valerón etcétera arañaron un punto de un campo hasta entonces inexpugnable. Peor le fueron las cosas en su último curso de su primera etapa en la capital balear, ya que fue precisamente en Valencia donde el Mallorca cayó 3-0 en la última jornada del campeonato liguero y donde supo que disputaría la fase previa de la Liga de Campeones en lugar de acceder de forma directa a la competición continental. Pocos días después del partido el técnico argentino hizo público su compromiso con el Valencia que ponía fin a un bienio mágico en el Lluís Sitjar.