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El Masters Series de Cincinnatti subió ayer el telón pendiente del mallorquín Rafael Nadal. El triunfo sobre Andre Agassi en la final del Super 9 de Montreal ha permitido al manacorí estrechar su cerco sobre Roger Federer en la Carrera de Campeones y le ha situado en puestos privilegiados en las quinielas para las próximas citas sobre pista rápida.

Nadal, que amplía su margen respecto al tercer clasificado tanto en la Race como en la Entry (las clasificaciones que miden los resultados de la presente temporada y del último año natural respectivamente), debe enfrentarse en primera ronda al checho Thomas Berdych, un consumado especialista sobre la superficie del torneo del estado de Ohio, y lo hará tratando de dosificar el cansancio acumulado y analizando los problemas físicos que en un principio se dejó en Montreal.

El mallorquín está dispuesto a jugar sin poner en peligro sus futuros compromisos y tiene muchas ganas de afrontar un nuevo reto en su carrera ante los grandes, que se han dado cita en Cincinnatti, el último peldaño antes de que el US Open cobre protagonismo en quince días.

Su preparador, Toni Nadal, comentó que «yo le aconsejaría que no jugase, pero él está motivado y es muy difícil dosificar a alguien con tantas ganas y 19 años», por lo que condicionó la decisión final a las sensaciones que tenga Rafael en los entrenamientos previos a la competición.

La última víctima de Nadal y defensor del título en Cincinnatti, Andre Agassi, ha declinado la posibilidad de jugar el séptimo Masters Series del presente curso con la vista puesta en el último grande del año, ya que a sus 35 años tratará de dosificar el cansancio acumulado en un fin de semana en el que, además de la dura final con el mallorquín, afrontó dos partidos en pocas horas debido a los aplazamientos que acarreó la lluvia.

Reto
Después de igualar el récord de Wilander al conquistar nueve torneos en un año antes de cumplir los 20, Nadal encara el doble reto de mantenerse en la más alta competición y poner en jaque el reinado de Roger Federer, que regresa a la competición en Cincinnatti tras haber conquistado el torneo de Wimbledon e incrementar su hegemonía sobre hierba.

El helvético es, por ahora, inalcanzable en la clasificación clásica de la ATP, pero ha visto como Nadal, que desde hace varios meses ya tiene garantizada su presencia en la cita de maestros de final de temporada,le ha superado en número de victorias esta campaña y le ha recortado la diferencia en la Carrera de Campeones, en la que ahora dispone de una renta de 73 puntos respecto al manacorí.

Y es que ambos tenistas han conquistados un Grand Slam por cabeza y se han repartido las victorias en los Super 9, lo que les convierte en los dominadores de un 2005 en el que hombre como el estadounidense Andy Roddick, el australiano Lleyton Hewitt o el ruso Marat Safin pretenden reverdecer laureles en los grandes eventos que se avecinan como principales alternativas a la supremacía exhibida por Federer y Nadal.