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Efe|LONDRES
Feliciano López, hasta ahora la única baza del tenis español en el All England Club, se estrelló contra la solidez del australiano Lleyton Hewitt, contra el particular impacto que genera la figura del jugador oceánico y contra la propia presión a la que se vio sometido el toledano, distante durante todo el duelo del la imagen que desveló en las jornadas precedentes (6-4, 6-4 y 7-6 (2)).

El toledano sufrió la ansiedad y el impacto del momento. Tuvo el brazo encogido en momentos determinantes. Sobre todo cuando el primer parcial era suyo. López, que sacó adelante con cierta solvencia cada uno de sus servicios iniciales rompió el de Hewitt en el sexto y se situó con 4-2. No prolongó sus expectativas y la respuesta del australiano no tardó. Cuatro juegos de una tacada para arrebatar la iniciativa del partido y tomar ventaja en el marcador (6-4).

La tensión que pareció invadir a la raqueta castellana desde el principio mediatizó su juego de manera determinante. Desprovisto de la solidez que suele despedir su servicio se encontró a merced del resto del oceánico, mucho más metido en el juego. Hewitt, curtido de sobra en estas batallas, habitual de la pista central del All England Club que Feliciano pisaba por vez primera en su carrera, reafirmó su condición de verdugo de los españoles. López es el duodécimo que cae ante el segundo jugador del mundo de forma seguida.