Carlos Montes de Oca06/06/05 0:00
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El nombre de Rafael Nadal Parera (Manacor, 1986) se extendió ayer por todos los rincones del mundo. Su triunfo en Roland Garros le ha proporcionado un salto mediático de proporciones siderales. Sólo al alcance de un futuro número uno. Pero sus padres comenzaron a adecuar una habitación para los trofeos en 1997, cuando apenas contaba con ¡11 años! y se embolsó el campeonato de España alevín. Claro que entonces era más conocido por ser sobrino de Miquel Angel Nadal que por sus logros sobre la pista. Poco a poco, el pequeño Rafael comenzó a fabricarse un curriculum de miedo. Campeón de España alevín (97 y 98), de Europa alevín (98), de España infantil (98, 99 y 00), de Europa sub-13 (99) y del mundo (00)... Con sólo 16 años, después de sumar su primer triunfo en un torneo ATP (Mallorca Open'02, con 15 años y 10 meses, venció al paraguayo Ramón Delgado) acuñó una frase que ha alcanzado el límite de la profecía. «Yo no sueño, trabajo para llegar lejos, pero nunca se sabe; podría quedarme estancado. Si todo va bien, con 19 años tendría que estar entre los grandes». Dicho y hecho.

Al tiempo que Carlos Moyà levantaba la Copa que alzó ayer Rafael Nadal, en 1998, el manacorí comenzaba a ganar títulos nacionales e internacionales. Desde entonces, su progresión no ha encontrado techo. 2002 pasará a sus memorias como el año que dejó el tenis juvenil y se convirtió en profesional. Campeón del mundo cadete (Davis Cup júnior) y de sus primeros Futures (Alicante, Vigo, Barcelona...) que se le empezaron a quedar pequeños cuando otros sueñan con ganar el primero. En su primera temporada como profesional, en 2003, volvió a superar los mejores presagios, a acercarse a legendarias marcas de precocidad en poder de Michael Chang o Boris Becker. Nadal encendió su primera traca en Montecarlo'03, cuando apartó al entonces campeón de Roland Garros, Albert Costa. También se deshizo de Carlos Moyà, alcanzó la tercera ronda en Wimbledon...Una inesperada fisura en el codo le apartó de Roland Garros.

En 2004, Nadal cimentó su leyenda. Conquistó el primer título de su historia (Sopot) y agrandó su carrera en la Copa Davis. Fue clave ante la República Checa, en las semifinales ante Francia y conquistó la Ensaladera, convirtiéndose en el tenista más joven en la historia en conquistar la Copa Davis.

Este 2005, aquel chaval al que sólo la familia esperó en el aeropuerto tras conquistar el mundial infantil, viaja rumbo al cetro mundial.