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El Real Mallorca ha vuelto a reclamar la ayuda de la afición ante uno de los momentos más determinantes de toda la temporada. Consciente de que el desenlace de los próximos encuentros va a tener una trascendencia brutal en la trayectoria del equipo, el club bermellón se está movilizando para estar bien arropado el domingo ante el Getafe y su primera medida ha sido imponer precios populares en las taquillas del estadio. La visita del conjunto madrileño ha sido marcada en rojo por todos los estamentos del club y se pretende que la afición apoye al equipo de forma especial para que éste salga con ventaja al terreno de juego. El objetivo del Mallorca ante esta cita es que el estadio de Son Moix presente la mejor entrada del ejercicio y eso pasa por abarrotar las gradas del recinto, para superar el nivel de asistencia registrado con las visitas del Real Madrid y del Barcelona a comienzos de campaña. Para conseguirlo, los precios de las localidades se han reducido considerablemente y para ver el encuentro sólo será necesario abonar una cantidad simbólica. Así, sentarse en algunos de los fondos costará tres euros, hacerlo en la tribuna de sol altatcuatro y ubicarse en la tribuna de sol baja costará cinco. Para acceder a localidades de tribuna descubierta y cubierta los precios a abonar serán de 6 y 7 euros respectivamente. Las entradas podrán adquirirse desde hoy en las taquillas del estadio, de 10 a 14 horas y de 16.30 a 19 horas.

Esta no es la primera vez que el Mallorca reclama la ayuda de su afición, ya que se trata de una fórmula que suele dar buenos resultados entre la masa social rojilla. La hinchada balear, que normalmente se caracteriza por su frialdad, suele responder de forma ejemplar ante este tipo de llamamientos y no le da la espalda al equipo en los momentos más delicados, tal y como demuestran los ejemplos de campañas anteriores. El club isleño sin embargo, intentó una maniobra parecida -regaló 4.000 entradas- cuando el Racing de Santander visitó la Isla en la primera vuelta y los resultados fueron discretos. Esta vez en cambio, se espera que la respuesta de la grada sea muy distinta y que los aficionados contribuyan con su apoyo a reflotar al conjunto de Héctor Cúper.

Curiosamente, las cifras de asistencia de espectadores al estadio han descendido de forma alarmante a lo largo del presente ejercicio y se espera que la hinchada vuelva a engancharse al equipo para afrontar los compromisos que se avecinan. La Federación de Peñas Mallorquinistas también tendrá mucho que decir en este aspecto y se espera que pongan en marcha varias propuestas encaminadas a que el equipo se sienta cómodo sobre el campo. Esta será la primera reválida de su nuevo presidente, Matías Rebassa, que asumió recientemente el cargo tras la dimisión de Miguel Garro. Además de llenar el estadio de Son Moix, la directiva del Real Mallorca pretende también tenderle su mano a los damnificados por el maremoto que sacudió recientemente al sudeste asiático y destinará todo lo que recaude en el partido contra el Getafe a las víctimas del desastre natural.