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El Real Madrid, por duodécima temporada consecutiva, tampoco podrá levantar el trofeo de campeón de la Copa del Rey, un título maldito que tampoco Vanderlei Luxemburgo en su primera temporada con el conjunto blanco podrá llevar a las vitrinas del club.

Doce años seguidos, más de una década de maldición para el Real Madrid en el torneo del KO. Desde 1993, cuando el equipo dirigido por Benito Floro derrotó al Real Zaragoza, los madridistas no saben lo que es celebrar en la Plaza de la Cibeles una Copa del Rey.

En aquella final, los goles de Emilio Butragueño, actual vicepresidente de la entidad, y del defensa Mikel Lasa aseguraron el último título de Copa para el Real Madrid, algo que ni los más pesimistas hubieran pensado en su momento.

Pero desde ese instante, doce años y diez rivales diferentes han dejado al equipo sin el trofeo. En 1994 fue el Tenerife entrenado por Jorge Valdano, quien poco después se haría cargo del puesto en la entidad blanca.

Al año siguiente, el Valencia, que junto al Espanyol ha dejado fuera de combate al Real Madrid dos veces desde el último título, apeó a los blancos de la competición en los cuartos de final.

En 1996 un Espanyol liderado por Jordi Lardín en ataque y con un inconmensurable Raúl Arribas en la portería, acabaron con un equipo plagado de estrellas como Raúl González, Fernando Redondo o Iván Zamorano.

A la temporada siguiente, en 1997, el equipo de Fabio Capello sucumbió contra el Barcelona de Ronaldo Nazario, actual futbolista del Real Madrid y que ayer no pudo marcar para que los merengues siguieran esta campaña en la lucha.

Pero lo pero estaba aún por llegar, ya que desde entonces un Segunda B y dos equipos de Segunda División se cruzaron en el camino del equipo madridista.

En 1998 fue el Alavés el que en una eliminatoria soñada venció al Real Madrid, en 2001 el Toledo, por entonces en Segunda B, dio la sorpresa más grande en la historia del club en la Copa del Rey y metió en un lío al por entonces entrenador Vicente Del Bosque, en la primera temporada con Florentino Pérez en el banquillo.

Y el miércoles, fue el Valladolid, que lucha por ascender a Primera División, el que dejó fuera de la lucha por el título a los blancos. Entre medias, otra vez el Valencia en 1999, el Espanyol en 2000 y las dos finales perdidas se suman a la maldición nacida hace doce temporadas.

En 2002, el Deportivo llegó al Santiago Bernabéu como víctima propiciatoria, pero se reveló y se alzó con el título 1-2 gracias a los goles de Sergio y Fran.

Y la temporada, de infausto recuerdo para la entidad, el Real Zaragoza se vengó de la derrota de 1993 y venció en la prórroga 3-2 con un gol salvado del argentino Lucciano Galletti a punto de acabar el partido.

En esta edición ni siquiera Vanderlei Luxemburgo, que tiene fama de tener suerte -aunque como él reconoce «la suerte se trabaja»-, ha podido acabar con una maldición que empieza a preocupar a los madridistas, incapaces de levantar el trofeo desde la década pasada.

Ayer, con un equipo plagado de suplentes, no fueron capaces de solventar una eliminatoria que les habría metido en los cuartos de final de la Copa, con el Barcelona, actual líder de la Liga y el Valencia, tercero, fuera de combate.

Ahora, el Real Madrid se centrará únicamente en la Liga, en la que está situado segundo a siete puntos del Barcelona y en la Liga de Campeones, en la que el Juventus de Turín espera en los octavos de final.