Mark Iuliano, en un partido de la «Juve».

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Albert Orfila / Carlos Montes de Oca
Su hoja de servicios es impecable. 4 Scudettos, 1 Copa Intercontinental, 1 Supercopa de Europa, 3 Supercopas de Italia y 3 subcampeonatos de la Liga de Campeones con la Juventus de Turín, y un subcampeonato de Europa con la selección azurri en la Eurocopa de Bélgica y Holanda'00. Junto a Thuram, Montero y Zambrotta, su nombre está escrito con letras de oro en la galería de la Vecchia Signora como integrante de un cuarteto de lujo. Protagonista directo de la reciente historia del club más laureado deCalcio, Mark Iuliano (Cosenza, 12.08.1972) deja atrás un palmarés cargado de títulos para convertirse en el fichaje estelar del Mallorca en el mercado de invierno 2004-05 y en uno de los futbolistas más laureados que jamás hayan desfilado por el vestuario balear en sus 88 años de historia.

A falta de cerrar los últimos flecos de la operación, que se concretará en las próximas horas, Iuliano se comprometerá con el club balear hasta final de temporada -acaba contrato el próximo 30 de junio-, aunque podría prolongar su contrato dos temporadas más. Una vez perfilada la bomba del invierno, el presidente del Real Mallorca se desplazará hoy a Milán para intentar cerrar la contratación del centrocampista griego Giorgios Karagounis, una operación que se antoja dificilísima por la elevada ficha del jugador y porque es un futbolista que entra en las rotaciones de Roberto Mancini. El pasado domingo, por ejemplo, reemplazó a Emre en los últimos minutos y contribuyó a la espectacular remontada del conjunto interista ante la Sampdoria en San Siro.

Evolcán Iuliano entró en erupción en la jornada de ayer. Masticado durante varios días, su nombre se había guardado como oro en paño en los pasillos del club balear y la secretaría técnica. Tratándose de un futbolista de primer nivel, de uno de los centrales que han marcado una época en la última década, una pequeña pista, un simple rumor puede dar al traste con la operación. Con la intención de atar todos los cabos de la contratación y de satisfacer los deseos de Héctor Raúl Cúper, que considera a Iuliano el calmante para mitigar los dolores de la defensa balear -agrietada tras la baja de Müller y la lesión de Niño, que puede acabar en el quirófano-, el presidente del Real Mallorca, Mateo Alemany, tomó ayer un avión con un destino, Turín, y un único punto en el orden del día, Iuliano.