Arrigo Sacchi, Emilio Butragueño y Vanderlei Luxemburgo, ayer durante la presentación del nuevo técnico madridista.

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El técnico brasileño Vanderlei Luxemburgo fue presentado ayer por sorpresa como nuevo entrenador del Real Madrid, en la primera decisión tomada por el director deportivo del club blanco, Arrigo Sacchi.

El preparador carioca, hasta ahora en las filas del Santos, se ha comprometido por lo que resta de temporada y la que viene. Por su parte, el técnico Mariano García Remón seguirá vinculado a la entidad madridista, formando parte del equipo de trabajo de Arrigo Sacchi.

Luxemburgo toma el relevo de García Remón, que asumió el puesto de entrenador tras la marcha de José Antonio Camacho a los pocos meses del inicio de la competición y que ha estado al mando apenas 100 días.

Vanderlei Luxemburgo es uno de los entrenadores más laureados en su país, ya que en sus 23 años de carrera como técnico suma en su palmarés un total de 20 títulos, cinco de ellos de Liga.

Tanto el vicepresidente Emilio Butragueño como Sacchi reconocieron que la decisión de Luxemburgo surgió de una reunión entre ambos «tras unos días de reflexión y porque estábamos preocupados con la marcha del equipo» y añadieron que es «una apuesta de los dos». «El pasado lunes hablamos por la noche y decidimos que debía adelantar su regreso. El martes por la tarde tuvimos una reunión muy larga y decidimos que la mejor solución era un cambio de entrenador», afirmó el vicepresidente del club.

Disciplina
Mientras, Luxemburgo aprovechó su presentación como nuevo entrenador de la entidad madridista para dejar claro que las bases sobre las que se asentará su trabajo para permitir al club blanco salir de la crisis en la que parece inmerso serán la «disciplina, unión, trabajo y profesionalismo». «Yo trabajo con estos cuatro principios, pero yo no conozco el grupo, hay que saber que pasa y conocer para saber si la disciplina es buena o mala», añadió al respecto.

Luxemburgo, que subrayó que llegar al Real Madrid «es el deseo de cualquier entrenador del mundo dada la grandeza del club, afirmó que esta aventura supone «una responsabilidad muy grande por ser la primera vez que salgo de Brasil y voy a un gran club de Europa, pero no tengo miedo de esta responsabilidad». El ex técnico de la selección brasileña y del Santos destacó que su desembarco en Chamartín supone la culminación a un objetivo planteado cuando inicio su carrera. «Yo me prepare en mi carrera para empezar un trabajo en Europa, todo mi pensamiento era venir a Europa y no hay sorpresa, estás preparado o no estás preparado. Mi pensamiento era primero para la selección brasileña y luego para Europa, y por tanto no es una sorpresa».

Luxemburgo, que apuntó que todo se cerró «en 24 horas», tiene clara la idea de equipo que quiere para su Real Madrid: «Haremos un juego importante y un equipo para que el Real Madrid pueda conquistar las competiciones en las que está participando».

Así, el entrenador madridista, que tendrá hoy su primera sesión de entrenamiento con su nueva plantilla, se mostró ya deseoso por ponerse al trabajo y «conversar con las personas que estaban antes para saber qué pasa», y luego ya a empezar a plantearse temas pendientes como, por ejemplo, la salida o no de Fernando Morientes o la necesidad de algún fichaje en el mercado invernal.

Respecto a sus aspiraciones en lo que resta de temporada, Luxemburgo no quiso dar por perdido ninguno de los frentes abiertos, a pesar de reconocer que los 12 puntos de desventaja en la Liga con el Barcelona son importantes. «Primero tengo que saber que pasa con el Real Madrid, tener una información más precisa de cómo está la plantilla, pero no puedes despreciar la Liga por estar a 12 puntos, ya que con tres puntos en tres victorias cambia todo. Hay que conversar con el cuerpo técnico cuál es la competición más importante», dijo.

Vanderlei Luxemburgo se convierte en el entrenador número 46 que ocupa el banquillo del Real Madrid.