Un par de resultados notables han dejado al Mallorca en disposición
de atreverse con todo, incluso de ganar en Montjuïc. El grupo de
Cúper ha advertido que su estado de salud ha mejorado y eso es un
estímulo enorme para afrontar la cita ante uno de los mejores
equipos del torneo, el Espanyol (Lluís Companys, 21.00 horas, Canal
Plus). La victoria heroica ante el Numancia y la tangible mejora
que ha experimentado el Mallorca han dejado a los baleares muy
cerca de la rehabilitación, algo que deben confirmar en una plaza
históricamente poco propicia para Cúper y el mallorquinismo.
Lejos de encarar el partido como un imposible, el equipo isleño
empieza a creer que vencer en Barcelona es factible. En parte,
porque la remontada ante el Numancia le ha rearmado, pero también
porque desde la llegada de Cúper el Mallorca he mejorado sus
prestaciones. Los centrales han creado una buena sociedad, los
laterales han mejorado sus conceptos defensivos y los delanteros
empiezan a acertar, porque ha vuelto Delibasic y porque Luis García
ha recuperado la puntería. Todo tiene mejor pinta, excepto el
centro del campo, que sigue siendo muy confuso. Pereyra roba y
recorre muchos kilómetros, pero con poco sentido. Farinós anda
perdido, mientras Jorge López es incapaz de tirar una carrera en
vertical. Juan Arango alterna claros y oscuros y sigue siendo un
futbolista muy irregular, al que la condición física le pasa
factura. Por eso Cúper prescindió de ellos ante el Numancia y
coincidió con los mejores momentos del Mallorca. Campano parece un
tipo mucho más fiable en banda derecha y para el fútbol directo que
aplica Cúper, Farinós es algo justo.
Con todo, y al margen del juego más bien plano que ofreció el
equipo el pasado domingo, lo importante es que los números han
mejorado. El Mallorca ha logrado ocho puntos desde que el técnico
argentino irrumpió en el vestuario isleño, hace ahora cinco
jornadas. Los rojillos serían séptimos en una clasificación parcial
si se sumaran los puntos que se han logrado con el de Chabas en el
banquillo y eso denota una mejoría ostensible.
Moyà y la estadística
Héctor Cúper ha probado durante la semana con Moyà en la portería,
el principal cambio que se adivina ante el Espanyol. Los errores de
Westerveld ante el Numancia le pueden conducir al banquillo y la
recuperación del mallorquín le abre de par en par las puertas de la
titularidad. Arango ha superado sus molestias y también será un
fijo en la izquierda, por lo que el equipo será el mismo que el
domingo anterior con la excepción del relevo en la portería en un
intento por dar continuidad.
Lo único que realmente está en contra del Mallorca es la
estadística, además del potencial del Espanyol. Cúper nunca ha
ganado en Montjuïc y en las dos últimas temporadas el conjunto
bermellón ha sufrido sendos encontronazos (2-0). Igualmente, Tamudo
se ha convertido en un hombre especialmente peligroso en sus citas
con el Mallorca, al que le ha marcado siete goles en las últimas
cuatro temporadas. El Espanyol tiene, además, el honor de ser el
equipo menos goleado del campeonato junto al Barcelona, ya que sólo
ha recibido ocho goles en catorce jornadas. Lotina ha conseguido
que la pareja de centrales (Lopo, Pochettino) sea fiable y ha
sellado las bandas con la velocidad de David García y la
experiencia de Ibarra, ex lateral del Mónaco. El técnico
españolista tiene las bajas de Alex Fernández y Fredson y la duda
de Dani, que realizará una prueba durante el calentamiento para
comprobar su estado físico. Si el catalán no puede actuar, es muy
probable que Miñambres tenga una oportunidad para ejercer de media
punta. El Espanyol, de ganarle al Mallorca, firmaría tres triunfos
consecutivos.
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