TW
0

Carlos Moyà Llompart (Palma de Mallorca, 1976) está buscando un nuevo reto. Se ha pasado dos años obsesionado con ganar la Copa Davis, y ahora que ha levantado la Ensaladera necesita un nuevo objetivo para mantenerse en la elite del tenis mundial. Está disfruntado de una celebración que se corresponde con el éxito alcanzado en el Estadio de La Cartuja de Sevilla y entre reconocimientos y festejos medita hacia dónde va a reconducir su carrera deportiva. Todavía en una nube por la gesta del pasado domingo dice que quiere disfrutar de su trabajo y que no quiere poner el punto final a su carrera.

-¿Ganar la Copa Davis es como lo había soñado?
-Había soñado muchas veces con este momento y lo cierto es que cuando Roddick falló el resto en el último punto no pude pensar en nada. Fueron unos instantes con la mente en blanco. Estaba en medio de la pista con más de 27.000 personas gritando y en ese momento no sabía que pensar. Luego empezó la fiesta. Todo lo que estamos viviendo es increíble. No creo que pueda volver a sentir algo como lo que sentí el domingo en la pista.

-Fue una celebración muy emotiva, especialmente cuando se abrazó con sus padres.

-Fue algo muy especial, muy emocionante. Mi familia sabe perfectamente por todo lo que he tenido que pasar para llegar a este momento y la ilusión que me hacía ganar la Copa Davis. Es un triunfo que le dedico a la gente que siempre me ha apoyado, pero también a los que han sido críticos conmigo porque son los que me han dado fuerzas para ir cada día a entrenar aunque no me apeteciera.

-Dejaron prácticamente resuelta la eliminatoria el primer día. ¿Realmente pensaban que podían llegar al sábado con un 2-0 a favor?

-La clave para ganar a Estados Unidos era no descuidarse en los partidos ante Fish y ganar un partido a Roddick. Lo cierto es que fue una jornada redonda. Pude ganar a Mardy Fish y Rafa no sólo ganó a Roddick, sino que le dejó muy tocado física y psicologicamente. Nuestro objetivo era ganar al menos un partido, sin renunciar a los dos puntos. La victoria de Rafa cambió la eliminatoria.

-Empezó el partido con Fish perdiendo 3-0. ¿Se le pasó por la mente que podía perder ese partido?

-Estaba bastante tranquilo. Sabía que mi juego mejoraría muy pronto y que él no podría seguir jugando tan bien tanto tiempo. Le salieron tres juegos perfectos, pero era un partido a cinco sets y sabía que tendría mis oportunidades. Además conseguí recuperar el break pronto, lo que me dió más tranquilidad.

-¿Cómo vivió la exhibición de Rafael Nadal ante Roddick?

-Fue un partidazo. Llegué a la pista al final del primer set, pero lo que vi fue sensacional. Los dos jugaron muy bien. Roddick también parecía un especialista en tierra batida, pero afortunadamente Rafa le pudo ganar. Fue una de las claves del triunfo.

-Todos los puntos de la final los han ganado tenistas mallorquines. ¿Hay que proponer una selección balear?

-Me siento mallorquín al cien por cien. Y amo con locura la Isla, igual que Rafa, pero somos el equipo español. Es una gran hazaña para el tenis balear que dos tenistas mallorquines hayan contribuído de esta forma al éxito de España en la Copa Davis. Para mí es un orgullo jugar en este equipo.

-La celebración en Madrid fue espectacular. Parecían galácticos.

-Ha sido increíble. Desde que salimos del hotel en Sevilla el lunes la policía nos iba abriendo el camino. Estábamos en el autobus y lo comentábamos. Parecíamos galácticos. Luego el recibiento en el Ayuntamiento y en la Comunidad de Madrid también fueron espectaculares. Hablaba con Rafa y no sabíamos calcular cuánta gente debía haber en la Puerta del Sol. Ha sido una sorpresa muy agradable que la gente se haya volcado de esta manera con el equipo. Nos da fuerza para seguir adelante.