Los jugadores del combinado nacional se abrazan a Asier del Horno, autor del tanto español tras rematar de cabeza un córner botado por Xavi.

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España 1
Inglaterra 0

ESPAÑA: Iker Casillas, Míchel Salgado, Juanito, Marchena, Del Horno, Joaquín, Xavi, Xabi Alonso, Reyes, Raúl y Fernando Torres.
Cambios: Pablo por Marchena, Guti por Raúl, Luque por Fernando Torres, Angulo por Reyes, Orbaiz por Xabi Alonso y Romero por Joaquín.

INGLATERRA: Robinson, Gary Neville, Ferdinand, Terry, Cole, Beckham, Butt, Bridge, Lampard, Owen y Rooney.
Cambios: Smith por Rooney, Jenas por Beckham, Wrigt Philips por Lampard, Carragher por Ferdinand y Defoe por Cole

Àrbitro: Georges Kasnaferis (Grecia). Mostró cartulina amarilla a Rooney y Cole, de Inglaterra.

Gol:
1-0, Minuto 9, Del Horno.

Luis Villarejo|MADRID

Xavi Hernández, el futbolista más en forma de la Liga española, asumió el liderazgo de su selección con jerarquía y elevó la moral de un equipo que andaba mustio y que puede comenzar quizás una nueva etapa después de vencer a Inglaterra con autoridad. La posesión de la pelota fue siempre de España. Inglaterra, de forma incomprensible, se perdió y se enredó en dar leña, cuando dispone de un colectivo repleto de talento. Y España, con calma, sacó adelante el partido. Jugó, sin duda, el combinado nacional el mejor partido de la era Luis Aragonés. Tuvo mérito el desgaste de España porque Inglaterra no sabe lo que es un envite amistoso.

Todos los ingleses metieron la pierna. Saben jugar al límite. Y a alguno de ellos como a Wayne Rooney, se le fue la mano. Jugó demasiado histérico, al borde del reglamento. En la recta final del primer tramo arrolló a Iker, cuando el balón salía por la línea de fondo en una acción absurda y de inmediato se fue a por Marchena con una entrada muy dura que hizo recapacitar a Eriksson en el banquillo. El técnico sueco de Inglaterra lo mandó de inmediato a la caseta. Es Rooney un futbolista con aire arrabalero. Eriksson veía que se iban a quedar con diez jugadores en el campo y cambió a Rooney por Smith. Rooney, con gesto de rabia, tiró un brazalete negro que portaba. Lo lanzó al césped con energía. Y se marchó a la ducha envuelto en la polémica.

Hasta ese momento, España dominó con un tanto de Asier del Horno. Lo logró tras un córner y de cabeza. Es decir, al estilo Athletic, donde es habitual verle este tipo de acciones. España llevó el ritmo y el mando. Fue interesante para España ver a Joaquín sin miedo en el uno contra uno ante Ashley Cole, posiblemente el mejor lateral zurdo del momento, en la filas del Arsenal. Joaquín fue de más a menos en un equipo con arte, aunque liviano, algo «blandito», que vio enfrente cómo Inglaterra no se arrugaba y sacudía a todo el que se movía. Hasta Lampard, un futbolista que deleita en el Chelsea, sacó el látigo.

Hubo piques en el campo. El primero, el de Gary Neville con Reyes. No olvidan el último United-Arsenal en la Premier donde Neville sacó su ardor guerrero al sevillano. Sin embargo, España a pesar de ese agobio, jugó al fútbol con inteligencia, con Xavi, fantástico en la creación. Raúl tuvo un penalti para aumentar la cuenta. Él provocó la pena máxima, fue derribado por Robinson, pero luego el meta inglés le adivinó el lanzamiento. En el segundo tiempo, España tampoco se arrugó. Se fueron Raúl, Marchena y Torres. Salió Guti de enganche y cumplió. Eso sí, todos arropados por Xavi, que a una semana del gran clásico en el Camp Nou demostró que anda un peldaño por encima de los demás.

Inglaterra defraudó. De Beckham y Owen no hubo noticias. Y eso que el inglés jugó en el costado, en su sitio. Luis Aragonés hizo debutar a Angulo. Lo mandó a la derecha y Joaquín se tiró a la otra banda. Angulo pudo hacer gol a los 78 minutos. Se fue bien a la contra, pero su disparo se perdió en la grada. También lo hizo bien el bético en la izquierda. Y volvió a demostrar que el Bernabéu es un estadio que le motiva.