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Apenas cinco días después de deshacer las maletas y asumir el mando de las operaciones, Héctor Raúl Cúper se enfrenta hoy a un desafío descomunal en su intentopor esquivar la tragedia. El Mallorca visita al Sevilla, segundo clasificado, con la necesidad de vencer para divisar el cielo y endulzar el reestreno del técnico argentino en el banquillo balear. Con la autoestima bajo mínimos y medio equipo en la enfermería -el portero mallorquín Miquel Angel Moyà se lesionó ayer- el grupo de Cúper corre hacia la salvación, pero el camino está lleno de obstáculos y las caídas son frecuentes. El triunfo le permitiría vislumbrar más cerca la salida del laberinto, aunque pase lo que pase seguirá en descenso. La derrota le deja con la soga anudada al cuello con Atlético, Zaragoza y Valencia en el horizonte. Así de sencillo. Así de cruel (17.00 horas, Sánchez Pizjuán). Héctor Raúl Cúper dejó al Mallorca a la orilla de la Champions League y ahora, un lustro después, se encuentra con un náufrago desconcertado, a punto de ahogarse en las arenas movedizas de la Liga. El entrenador argentino, tras atender la llamada de auxilio del club, parece haber llegado a tiempo para el rescate. Hoy abre su segundo ciclo en Sevilla, donde buscará un marcador que le permita rehabilitar a una plantilla que ha vivido demasiadas emociones desde que arrancó el curso.

El destino no le ha dado margen de maniobra al de Chabas, que deberá tirar de experiencia y conocimiento para cambiar la orientación y la dinámica de un grupo acostumbrado a perder, anclado en el fondo del barranco y que no saborea un triunfo en la Liga desde el pasado 12 de septiembre (1-2, en Getafe). Casi nada. Las vísperas del encuentro han traído una noticia desagradable. El portero titular Miquel Angel Moyà se resintió de unos problemas musculares y causó baja de última hora. Alberto Cifuentes ocupó su lugar en el avión y Sander Westerveld lo hará hoy en la portería, en su estreno con la camiseta rojilla en la Liga. A la ausencia de Moyà hay que añadir las bajas del sancionado Niño y de los lesionados Müller, Marcos Vales y Delibasic. Un panorama desalentador cuando en el horizonte aparece el Sevilla con toda su opulencia (Martí y Javi Navarro son sus únicas bajas) y una voracidad sin límites.

Cúper utilizará el bisturí para extirpar el mal de la defensa. No es que el técnico vaya a apostar por atrincherar hombres en la retaguardia, aunque no sea Cúper un entrenador de discursos osados, pero sí que arropará a Westerveld. Ganar al Sevilla en casa, donde todos los visitantes han doblado la rodilla, se presume una empresa de demasiada enjundia para un equipo resignado a vivir en las tinieblas en los tres primeros meses de campeonato. Pero no estaba Cúper... Con Westerveld por Moyà y Ramis en lugar de Nadal en el corazón de la zaga, el técnico argentino calcará el equipo que dibujo Tomeu Llompart el pasado domingo frente al Racing de Santander. Tampoco hay mucho más. Las caras nuevas de la lista apuntan al lateral Xisco Campos y al delantero Víctor Casadesús, que se sentarán inicialmente en el banquillo junto a Alberto, Nadal, Campano, Tuni y Marcos Martín. Las estadísticas revelan que el Mallorca no se siente cómodo en el Pizjuán. Desde su debut triunfal en la temporada 1960-61, sólo ha ganado una vez. Fue en la campaña 99-00 y su triunfo (0-4) propició el descenso del Sevilla. Eran otros tiempos...