Los jugadores del Madrid celebran el gol del inglés. Foto: ALBERTO MARTÍN/EFE

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Real Madrid 1
Osasuna 0

REAL MADRID:Iker Casillas (**); Mejía (*), Helguera (*), Raúl Bravo (*), Roberto Carlos (*); Figo (**), Beckham (**), Celades (*), Solari (*); Raúl (*) y Ronaldo (*).
Cambios: Morientes (*) por Solari, Jotha (-) por Raúl y Owen (-) por Ronaldo.

OSASUNA:Sanzol (**); Expósito (*), Cuéllar (*), Josetxo (*), Corrales (*); Valdo (*), Puñal (*), Pablo García (*), Moha (*); Aloisi (*) y Milosevic (*).
Cambios: Delporte (*) por Moha, Ortiz (*) por Puñal y Muñoz (*) por Valdo.

Arbitro: Rafael Ramírez Domínguez (Comité Andaluz). Amonestó a Expósito (m.37), Aloisi (m.52), Josetxo (m.60).

Gol:
1-0, minuto 61: Beckham.

José A. Pascual|MADRID

Un golpe franco transformado por el inglés David Beckham volvió a ser el arma del Real Madrid para reencontrarse con el triunfo, en este caso ante un timorato Osasuna, y aliviar en parte sus penas y sus males tras las dos derrotas seguidas y la salida del banquillo de José Antonio Camacho.

Beckham, que apenas se había hecho notar en el «partido de las lanzas», resolvió con un preciso derechazo, como frente al Numancia en la segunda jornada, un partido en el que los madridistas mejoraron por momentos anteriores prestaciones y en el que sufrieron el juicio de la hinchada tras los acontecimientos de las últimas horas.

El Bernabéu dictó sentencia desde los prolegómenos con sus constantes abucheos y pitidos para los jugadores, para ellos los culpables de la situación de crisis y de la marcha de José Antonio Camacho, aunque el centro de las iras fue Roberto Carlos. El encuentro fue un «infierno» para el brasileño justo el día que se convertía en el extranjero con más partidos ligueros jugados empatado a Alfredo di Stéfano. Toda una paradoja. Hacía muchísimo tiempo que se quedaban entradas sin vender y que no se mascaba un ambiente tan tenso en el coliseo del Paseo de la Castellana, algo que no sorprendió a nadie. El juego no mejoró, pero el Madrid tuvo más recorrido. Beckham marcó y Osasuna empujó, pero no lo suficiente. Las heridas del Real Madrid cicatrizaron. ¿Hasta cuando?.