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Los atletas griegos Kostas Kenteris, campeón olímpico de 200 metros, y Ekaterini Thanou, subcampeona olímpica de 100, abandonaron ayer con proclamas de inocencia el hospital KAT de Atenas donde estaban desde el viernes pasado tras sufrir un accidente de moto. Kenteris se declaró «víctima de una gran injusticia» y Thanou «muy descorazonada por lo ocurrido». «Quiero decir a mis seguidores que nunca hice uso de sustancias prohibidas. Agradezco que estéis a mi lado, y no olvidéis que después de la crucifixión llegó la resurrección», manifestó Kenteris desde el coche en el que abandonó el centro médico.

Kenteris y Thanou, apartados del equipo a la espera de que el COI tome una decisión sobre su caso, sufrieron la madrugada del viernes un accidente de moto que está siendo investigado por la policía, horas después de no estar localizables cuando un oficial enviado por el COI se presentó en la Villa Olímpica para someterlos a un control de dopaje. El campeón olímpico, mundial y europeo de 200 metros agradeció las muestras de apoyo que ha recibido. «Quiero daros las gracias a los que estáis a mi lado, a los médicos que me han tratado aquí y a quienes me han enviado mensajes de aliento».

Kenteris tuvo también un recuerdo para sus críticos. «Todas las personas que me crucifican ahora son las mismas que estaban a mi lado cada vez que conseguía un gran éxito, pero no olvidéis que después de la crucifixión llegó la resurrección». Después de remitir a los periodistas a una rueda de prensa posterior, Kenteris llamó a todos los griegos «a que llenen los estadios y apoyen a todos los deportistas griegos».